Irak vive sangrienta jornada con muertos y secuestrados
Más de 20 personas resultaron muertas en diversas localidades del país árabe en una jornada caracterizada por ataques, emboscadas y bombazos contra mezquitas.
Al menos seis policías iraquíes murieron y otros 35 fueron supuestamente secuestrados por presuntos insurgentes que les tendieron una emboscada en un área situada al norte de Bagdad, informó este viernes la policía.
El atentado ocurrió anoche en la zona de Tarmeya, a unos 40 kilómetros de la capital, cuando los presuntos insurgentes tendieron una emboscada a un convoy de vehículos en el que se trasladaban unos 90 policías.
"Según las informaciones recibidas hasta el momento, seis agentes murieron y otros 35 están desaparecidos", dijeron fuentes del Ministerio de Interior.
Indicaron que el convoy de vehículos policiales se dirigía de Tarmeya a la ciudad de Nayaf, unos 180 kilómetros al sur de Bagdad, y que tras el ataque hubo un enfrentamiento que duró más de una hora.
Las fuentes no precisaron el número de los atacantes, pero afirmaron que "varios de ellos murieron" en el tiroteo, y señalaron que soldados iraquíes y estadounidenses acordonan el lugar donde tuvo lugar el ataque.
Tarmiya es uno de los feudos de la insurgencia sunita, donde se registran frecuentemente ataques contra patrullas de las fuerzas de seguridad iraquíes y de las tropas norteamericanas.
En tanto, un grupo de pistoleros asesinó este viernes a once obreros iraquíes un día después de haberlos secuestrado en Basora, a unos 500 kilómetros al sur de Bagdad, informaron fuentes de la policía de esa ciudad.
Los trabajadores iraquíes fueron conducidos por sus captores en varios vehículos hasta cerca de una estación de autobuses de Basora donde los ejecutaron hacia las 07:30 hora local (03.30 GMT), añadieron las fuentes que citan a testigos.
Las víctimas trabajaban para una compañía de construcciones especializada en la colocación de bloques de hormigón alrededor de las comisarías para evitar ataques terroristas, explicaron.
Por otro lado, un portavoz militar británico anunció este viernes que dos iraquíes murieron y cuatro soldados británicos resultaron heridos en
la explosión de una bomba al paso de su patrulla en el sur de Basora.
El Reino Unido tiene desplegados en esa ciudad unos 8.000 militares, de los cuales 103 perdieron la vida desde el inicio de la invasión de Irak en marzo de 2003.
Por otra parte, al menos cuatro personas murieron por la explosión de dos bombas contra dos mezquitas de musulmanes sunitas en la ciudad de Baquba, a 60 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes de la policía.
Las explosiones ocurrieron de forma casi simultánea mientras los fieles sunitas salían de las mezquitas de Al Aksa y Sad bin Muas tras la plegaria del mediodía del viernes.
En la primera tres personas perdieron la vida y cuatro resultaron heridas, y en la segunda la explosión dejó un muerto y siete heridos, explicaron las fuentes.
Alrededor de 1.700 personas murieron en atentados terroristas y acciones de violencia sectaria en Irak desde que el 22 de febrero pasado fuera atacado un santuario venerado por los musulmanes chiitas en la ciudad de Samarra, al norte de la capital. (EFE)