Nigeria comenzó el entierro de las 200 víctimas de explosión de oleoducto

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Autor: Cooperativa.cl

La autoridad africana contrató buzos para recuperar más cadáveres, sumergidos en la bahía de Atlas Cove, donde ladrones de crudo provocaron la trágedia.

El Gobierno nigeriano comenzó este sábado el entierro masivo de las cerca de 200 víctimas fatales que provocó la explosión de un oleoducto en las proximidades de Lagos, la capital económica del país.

 

Según el comisario estatal de Salud, Tolani Kasali, uno de los muchos funcionarios del Gobierno que han visitado la escena del accidente en la playa de Inegbe, el Ejecutivo contrató buzos para recuperar el resto de los cadáveres, que siguen sumergidos en las aguas del epicentro de la explosión.

 

Los cuerpos por el momento recuperados, la mayoría carbonizados, están siendo acumulados en una gran fosa común cerca de la zona del accidente.

 

Según los primeros indicios proporcionados por la policía, la explosión se produjo la mañana del pasado viernes en las cercanías del puerto de Atlas Cove, donde están situados muchos terminales de embarque de crudo, cuando un grupo de ladrones cargaba bidones con el combustible robado en botes de madera, cuyos motores habían sido dejados en marcha para facilitar la huida.

 

La explosión de uno de los bidones, probablemente causada por el calor de un motor, se extendió al oleoducto y de éste a una localidad aledaña al terminal portuario, donde familias enteras murieron en el acto.

 

El oleoducto, perteneciente a la estatal Corporación Nacional Nigeriana de Petróleo (NNPC, en inglés), corre a menos de un metro de profundidad por la playa Inagbe, en una de las numerosas islas del estuario de Lagos.

 

El siniestro ha sido sólo el último de una serie de explosiones e incendios de oleoductos en los que han muerto miles de personas.

 

Desde la zona de la catástrofe, un portavoz de la Cruz Roja, Biodun Orebiyi, dijo que el fuego se ha extinguido por completo y que la policía portuaria ha recibido instrucciones de sellar la zona y prevenir que la gente tenga acceso al área.

 

Los oleoductos nigerianos son frecuentemente perforados por delincuentes que roban los combustibles y los venden en el mercado negro, aunque también son saboteados por grupos tribales que mantienen disputas con las multinacionales petroleras que operan en la región.

 

Nigeria es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que le ha asignado una cuota de extracción de 2,5 millones de barriles diarios, y ocupa el sexto lugar entre los mayores productores del mundo.

 

La riqueza petrolífera del país no beneficia, sin embargo, a las poblaciones de las áreas productoras de crudo, que viven en la pobreza y como único medio para sobrevivir recurren al robo y venta ilegal de combustibles, a pesar de los riesgos que conlleva perforar un oleoducto. (EFE)