Jefe criminal de Sao Paulo negó haber negociado para poner fin a la violencia
Desde una prisión, líder de la banda Primer Comando de la Capital desmintió que haya acordado una tregua con las autoridades paulistas y amenazó con nuevos ataques.
El presunto jefe de la banda criminal que mantiene en vilo desde hace una semana a Sao Paulo amenazó con llevar a cabo nuevas acciones de violencia y negó que haya llegado a algún acuerdo con las autoridades para dejar en paz al mayor estado de Brasil, informaron medios locales.
Marcos Willians Herbas Camacho, alias "Marcola", quien aparece como líder de la banda Primer Comando de la Capital (PCC), manifestó en declaraciones por teléfono celular al canal de televisión TV Bandeirantes que su organización es la responsable de los atentados a comisarías, patrullas, autobuses y bancos perpetrados desde el viernes pasado.
"Marcola" culpó al Gobierno por la ola de violencia, que ha dejado 140 muertos: "Si hubiésemos sido oídos y atendidos dentro de la Constitución y dentro de la ley, nada de eso hubiera ocurrido".
El supuesto jefe de la banda explicó que los ataques fueron planificados el viernes 12 de mayo con la intención de llamar la atención de la prensa y de la población para la defensa de los derechos de los presos.
"Marcola" habló por un teléfono celular desde el interior de la penitenciaría Presidente Bernardes, en Sao Paulo, según la información.
Hasta la madrugada de este jueves el número de presuntos delincuentes muertos en "enfrentamientos con la policía" en los últimos seis días llegaba a 96.
El total de víctimas mortales de la peor arremetida criminal a la principal metrópoli de Sudamérica es de 140, de las cuales 40 eran policías o carceleros y cuatro civiles.
Al parecer, unos 10 presos también murieron en rebeliones simultáneas incitadas por el PCC en cerca de un centenar de cárceles durante el fin de semana, lo que elevaría el total de víctimas a 150.
"Buscamos la forma de resolver la situación. Pero ellos (la policía) no quieren, están actuando de forma brutal, están asesinando también", manifestó dijo.
Los peores ataques cesaron repentinamente el martes 16 de mayo y medios locales afirmaron que las autoridades de Sao Paulo habían llegado a un acuerdo con los criminales.
El secretario estatal de Administración Penitenciaria, Nagashi Furukawa, negó ese hecho, aunque admitió que hubo conversaciones con los abogados de los criminales.
Furukawa declaró que autorizó la instalación de televisores en los pabellones de los presidios para que los reclusos puedan ver la Copa del Mundo de fútbol, una de las reivindicaciones de los líderes de la ola de violencia.
Para el gobierno de Sao Paulo, la única forma de evitar el uso de celulares en los presidios, que según admiten las autoridades son usados por los líderes criminales para mantener el comando del tráfico de armas y drogas dentro y fuera de la cárcel, es pedir a las empresas de telefonía móvil que instalen bloqueadores en las penitenciarías. (EFE)