Campamento minero de Sewell fue nombrado Patrimonio de la Humanidad
Unesco incluyó en su exclusiva lista al asentamiento por considerarlo "un ejemplo excepcional de las ciudades 'implantadas' por empresas industriales a principios del siglo XX".
El campamento minero de Sewell, en la Región de O'Higgins, fue declarado este jueves Patrimonio de la Humanidad, según determinó la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El Comité del Patrimonio Mundial de Unesco, reunido en la ciudad lituana de Vilna, inscribió a Sewell en la lista patrimonial por considerarlo "un ejemplo excepcional de las ciudades 'implantadas' por empresas industriales a principios del siglo XX" en el mundo.
En su sitio web, Unesco resalta que Sewell está "situado 85 kilómetros al sur de la capital, Santiago, en un medio ambiente marcado por el extremo clima a más de 2.000 metros en los Andes".
El campamento "fue construido por la compañía Braden Copper a principios del siglo XX, para los trabajadores de la más grande mina (subterránea) de cobre del mundo, El Teniente. En su apogeo, Sewell tuvo 15.000 habitantes, pero fue abandonado masivamente en los años 70".
"La ciudad fue construida en un terreno muy empinado para vehículos provistos de ruedas, alrededor de una gigantesca escalera que partía en la estación de ferrocarriles", añadió Unesco.
La gran belleza de Sewell proviene en gran medida de su peculiar construcción en una abrupta ladera. A fin de permitir la circulación de vehículos con ruedas la ciudad se estructuró en torno a una gran escalera central, que se elevaba desde la estación ferroviaria.
A lo largo de la pendiente, el recorrido es acompañado de plazas y plazuelas de forma irregular, adornadas con árboles y plantas, que conformaban el principal espacio público urbano.
De ambos lados de la vía, junto a la gran escalera central, surgían pasajes que desembocaban en plazoletas más pequeñas y escaleras secundarias para unir entre sí los distintos niveles de la ciudad.
Los edificios de madera, alineados en las calles y pintados con frecuencia de colores llamativos, principalmente verde, amarillo, rojo y azul, fueron diseñados en su mayoría en Estados Unidos.
Otros sitios chilenos inscritos en la lista del patrimonio mundial son el Parque Nacional Rapa Nui (1995), las iglesias de Chiloé (2000), el casco antiguo de la ciudad de Valparaíso (2003) y las ex oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura (2005).