Bush reconoció que existen cárceles secretas para salvar elección legislativa, según HRW
La ONG Human Rights Watch consideró que la Casa Blanca pretende centrar el debate en el terrorismo, y no en Irak, para evitar una derrota republicana en los comicios del 7 de noviembre.
El director ejecutivo para América Latina de Human Rights Watch (HRW), el abogado chileno José Miguel Vivanco, sostuvo que el presidente de EE.UU., George W. Bush, reconoció la existencia de cárceles secretas sólo responde a una estrategia política interna, con miras a las elecciones legislativas del 7 de noviembre próximo, que renovarán la Cámara de Representantes (diputados) y un tercio del Senado.
En entrevista con El Diario de Cooperativa, Vivanco afirmó que "el cálculo que ha hecho la Casa Blanca es que en las elecciones que se avecinan el partido del presidente, el Partido Republicano, perdería el control del Congreso en una avalancha de senadores y congresistas elegidos por el Partido Demócrata".
Por ello, señaló Vivanco, han desviado "la atención respecto del problema de Irak", para concentrarse en el terrorismo y "explotar al máximo el tema".
La idea, agregó el representante de la organización no gubernamental (ONG), es "confrontar a la opinión pública norteamericana con estos 14 individuos quienes aparentemente tendrían más vinculaciones que los 600 que están en Guantánamo con acciones terroristas", como las del 11 de septiembre de 2001.
Así, se forzaría un debate sobre estos terroristas a los que se debe juzgar, castigar, para "reivindicar las políticas de seguridad del presidente Bush, cosa que es altamente riesgosa, pero ellos han calculado que podría ser la mejor vía para salvar las elecciones que se vienen en noviembre".
Respecto del reconocimiento de las cárceles secretas y de los 14 detenidos que estarán ellas, José Luis Vivanco expresó que según los cálculos de Human Rights Watch hay al menos 18 personas en custodia de los organismos de inteligencia estadounidenses, por lo que se realizan chequeos de identidad para determinar el paradero de los cuatro individuos restantes.
El abogado indicó que además de reconocer los recintos, Estados Unidos hace pública la utilización de métodos alternativos para interrogar, que en el fondo es una forma eufemística de denominar a la tortura.
"La definición de tortura de la actual administración es muy particular. Para ellos la aplicación del 'submarino', que era una técnica ampliamente utilizada por la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) en Chile, por los servicios secretos en Argentina en las dictaduras militares, no constituye tortura", dijo Vivanco.
El representante de HRW explicó que "consideran que colocar la cabeza de una persona bajo el agua, y sostenerle allí al límite, a punto de ahogarlo, y sacarlo en el último minuto, constituye un mecanismo robusto de interrogatorio, una técnica de interrogatorio legítimo".
Vivanco aseveró que estas prácticas, junto a los períodos prolongados de incomunicación sin juicios, el uso de evidencias secretas, desconocidas por los acusados, y la obtención de testimonios mediante la coerción violan gravemente no sólo los Convenios de Ginebra, sino que también la propia Constitución estadounidense. (Cooperativa.cl)