Festival de Biarritz exhibe una retrospectiva sobre el cine chileno
La presencia de la cinematografía nacional en el certamen del sur de Francia estará reforzada por la cinta "Rabia" y la participación de Miguel Littin en el jurado.
El Festival de Cine y Culturas de América Latina de la localidad vascofrancesa de Biarritz comienza este martes su edición más larga, en la que rinde homenaje al actor argentino Federico Luppi y a la cinematografía chilena entre 1968 y 1990.
Esta retrospectiva, denominada "El cine chileno entre democracia y dictadura (1968– 1990)”, corresponde a seis cintas y llevará en fotogramas el recuerdo de las esperanzas frustradas en Chile: desde 1968, dos años antes de la elección del Presidente Salvador Allende, hasta 1990, con el final de la dictadura de Augusto Pinochet.
Los filmes de esta muestra son: "El chacal de Nahueltoro" y "La tierra prometida" de Miguel Littin; "Llueve sobre Santiago", de Helvio Soto; "Largo viaje", de Patricio Kaulen; y "Julio comienza en julio" y "La luna en el espejo", de Silvio Caiozzi.
Las cintas han sido elegidas con "criterios artísticos" y "no políticos", apuntó el delegado general del certamen Marc Bonduel, quien sucedió el pasado año al mítico fundador del Festival, Jean Cazenave.
Bonduel mantiene en esta XV edición su apuesta (que inició al asumir el puesto el pasado año) por los directores jóvenes y las cinematografías menos conocidas, como la centroamericana, que contará por primera vez con una sección.
Un cambio que no ha restado prestigio a esta muestra, cuyo centenar de películas deberá luchar con la coincidencia en fechas y la cercanía geográfica con el Festival de Cine de San Sebastián.
Los organizadores han impuesto en esta edición, que concluye el próximo domingo (un día después de lo habitual), un límite de dos largometrajes a concurso por país.
El número de filme a concurso pasa además de 10 a 11 para dar cabida a todos los acentos del continente y frenar el monopolio de las cinematografías argentina, mexicana y brasileña.
"Son tres países con una cinematografía de un atractivo incontestable que les permite estar presentes cada año entre los aspirantes", aseguró Bonduel.
Los dos filmes mexicanos, en liza en las secciones de largos y cortos, respectivamente, abren hoy la muestra: el premiado documental "En el hoyo", de Juan Carlos Rulfo (hijo del escritor Juan Rulfo), y "La leche y el agua", de Celso García.
"Mezcal", de Ignacio Ortiz, es el otro largometraje del país azteca que aspira al galardón, bautizado "Abrazo", al premio del público o a la mención del jurado que preside la editora literaria y periodista francesa Laure Adler.
El novelista y cineasta chileno Miguel Littin, el salsero colombiano Yuri Buenaventura, la actriz Lolita Chammah (hija de la intérprete Isabelle Huppert) y el productor Jean-Francois Lepetit son los otros encargados de elegir los mejores largometrajes.
Por su parte, Brasil y Argentina aterrizan en Biarritz con "O maior amor do mundo", de Carlos Diegues, y "Proibido proibir", de Jorge Durán, por una parte, y "Después del mar", de Israel Adrián Caetano, y "Tiempo de valientes", de Damian Szifron, por la otra.
La cubana "Así de simple", de Carolina Nicola; la ecuatoriana "Cuando me toque a mí", de Víctor Arregui; la peruana "Mariposa negra", de Francisco J. Lombardi; la chilena "Rabia", de Oscar Cárdenas; y la coproducción hispano-argentino-uruguaya "Ruido", de Marcelo Bertalmio, completan la lista de largometrajes a concurso.
Ninguna cortapisa, sin embargo, para los cortometrajes en competición, casi monopolizada por los "tres grandes", ni para las quince cintas en liza por el premio al mejor documental latino.
Quien este año no padecerá los nervios de la competición es el intérprete argentino Federico Luppi, al que Biarritz rinde homenaje a sus setenta años de edad.
Este "aristócrata" del séptimo arte y "uno de los mejores actores de América Latina", como le define Bonduel, ha elegido con los organizadores los seis filmes que se proyectarán en el marco del reconocimiento, que abarcan desde sus primeras interpretaciones, como "La patagonia rebelde" (1974), de Héctor Olivera, a las más recientes, como "El viento" (2005), de Eduardo Mignogna.
También hay una "sección vasca", escaparate de cortos producidos en el País Vasco, tanto francés como español.
El delegado general quiere convertir Biarritz en una "fiesta cultural latinoamericana" en la que muestras, conciertos y encuentros literarios aliñen la programación cinematográfica, que "seguirá siendo la espina dorsal".
Por ello, la escritora colombiana Laura Restrepo aprovechará la muestra para presentar en Francia su novela "La multitud errante". (EFE)