Milicianos islámicos abandonaron la capital de Somalía
Los combatientes de la Unión de Tribunales salieron de Mogadiscio por una decisión calificada de "táctica", ante el avance de las tropas etíopes.
Los tribunales islámicos de Somalía abandonaron la capital del país, Mogadiscio, que era amenazada por tropas oficiales y soldados del Ejército de Etiopía.
La salida de los milicianos islámicos, al amanecer de este jueves, desató horas después escenas de violencia y de saqueos en la ciudad.
Las tropas oficiales y los soldados etíopes, en tanto, están a unos quince kilómetros de la capital.
El jefe de los llamados Tribunales Islámicos, jeque Sherif Ahmad, confirmó a la cadena de televisión Al Yazira, que la retirada de los milicianos islámicos es "táctica", y se debe a un cambio en la estrategia de los Tribunales.
Algunas tropas fueron vistas cuando se dirigían a la ciudad portuaria de Kismayo, que está todavía en manos de los islamistas aunque las fuerzas atacantes han anunciado que pronto la ocuparán.
Mogadiscio había caído en poder de los milicianos islámicos a comienzos de junio pasado, en medio de combates con los "señores de la guerra" para controlar la ciudad y otras zonas del país.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia era escenario de las luchas por el poder entre los "señores de la guerra", a las que se vincularon a comienzos de año los milicianos islámicos.
Aunque ha habido dos intentos de instalar gobiernos provisionales, ninguno de ellos había logrado imponerse en el país.
Hasta la semana pasada, los milicianos islámicos controlaban Mogadiscio y amplios sectores del centro y sur del país, y habían obligado al Gobierno de transición a encerrase en la ciudad de Baidoa, 245 kilómetros al noroeste de la capital.
Todo cambió con la ofensiva que lanzó Etiopía, que apoya al Gobierno de transición, y que incluyó ataques aéreos a importantes bastiones islámicos, incluido el aeropuerto internacional de Mogadiscio, que fue bombardeado el pasado lunes.
Etiopía lanzó la ofensiva para defender su soberanía, según dijo su Gobierno, ante las amenazas que representaba el avance islámico en el vecino país y para evitar infiltraciones, especialmente en el este de Etiopía, de fuerte presencia musulmana.
El pasado miércoles, la Unión Africana, la Liga Arabe y una alianza de países del este de África que siguen de cerca la crisis somalí pidieron la retirada, sin demoras, de las tropas etíopes que habían invadido Somalia. (EFE)