Francia despidió con profunda emoción al fundador de Emmaus
El presidente Jacques Chirac encabezó el funeral del Abad Pierre, el llamado "apóstol de los pobres" fallecido el pasado lunes, y a quien acompañó una multitud en Notre Dame.
Miles de personas se congregaron este jueves en la Catedral de Notre Dame de París para dar el último adiós a Henri Grouès, el Abad Pierre, fundador de las comunidades Emmaus y uno de los personajes más queridos en Francia, quien fallecido el pasado lunes a los 94 años de edad.
El presidente francés, Jacques Chirac, encabezó la delegación oficial, formada por la mayor parte de los ministros y representantes de los partidos al sepelio del llamado "apóstol de los pobres".
Se trató del último acto público antes de que el cuerpo del religioso sea inhumado en la intimidad del cementerio de Esteville, en Normandía.
El jefe del Estado estuvo sentado cerca del féretro del religioso, sobre el que se encontraban su hábito de monje y su sempiterna boina, los dos signos distintivos del Abad Pierre.
El ataúd llegó al templo en una carroza fúnebre escoltado por tres motos y fue introducido en el interior del templo a hombros de tres "compañeros" de la comunidad.
El primer ministro, Dominique de Villepin; el alcalde de París, Bertrand Delanoe; el presidente de la región parisina, Jean-Paul Huchon; y el presidente de la Asamblea Nacional, Jean-Louis Debré, fueron algunas de las personalidades políticas que asistieron al oficio religioso.
"Insurgente de Dios al servicio de los pobres"
Unas 2.500 personas siguieron la ceremonia desde el exterior a través de una pantalla gigante instalada frente a la fachada del templo gótico.
El arzobispo de París, André Vingt-Trois, quien presidió el oficio, destacó la "autoridad moral" del Abad Pierre y la "profunda emoción" de toda Francia tras su muerte.
Más extensa fue la homilía del arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin, quien calificó al religioso como un "insurgente de Dios al servicio de los pobres".
"Todo hombre tiene derecho a una vivienda decente en la que pueda vivir con los suyos. Cincuenta años después la aventura continúa y el combate no está ganado. El Abad Pierre no le abandonará jamás y ha trasmitido su impulso a muchos otros", afirmó Barbarin, al destacar el papel de las comunidades Emaús en su labor de ayuda a los pobres. (EFE)