EE.UU. advirtió a Irán que debe dejar de ayudar a la insurgencia iraquí
El "número tres" del Departamento de Estado afirmó que su país ha localizado a iraníes que han facilitado tecnología sofisticada en explosivos a grupos chiítas insurgentes.
El subsecretario de Estado de EE.UU., Nicholas Burns, advirtió que Irán debe dejar de ayudar a la insurgencia iraquí con tecnología armamentística sofisticada, la que -dijo- se usa para matar a los soldados de su país desplegados en la ocupada nación árabe.
"Hemos localizado individuos que creemos que están facilitando tecnología en explosivos muy sofisticada a los grupos insurgentes chiítas, que la usan para atacar y matar a soldados americanos", dijo Burns en una entrevista divulgada este jueves por la radio pública nacional (NPR) estadounidense.
"Es una situación muy seria y el mensaje de Estados Unidos es que Irán debe cesar y desistir", añadió Burns.
El "número tres" del Departamento de Estado dijo que siguen la pista de la implicación iraní con la insurgencia iraquí desde hace dos años y que han encontrado crecientes evidencias de que Teherán proporciona asistencia a los chiítas en el sur de Irak.
Según él, esa ayuda se está extendiendo desde Basora hasta la región de Bagdad, causando más bajas entre las tropas británicas y estadounidenses.
"Hemos advertido a Irán en privado en numerosas ocasiones en el último año y medio, y los iraníes, por supuesto, no parecen escuchar, por lo que hemos comenzado a detener a esos oficiales", dijo Burns, al asegurar que con esas detenciones EE.UU. sólo ejerce su "derecho de autodefensa".
A principios de enero, tropas estadounidenses detuvieron a cinco iraníes en el consulado de Irán en Erbil, Kurdistán, norte de Irak, a los que Washington acusa de proporcionar ayuda y armas a la insurgencia, mientras Teherán insiste en que son diplomáticos.
Burns no confirmó ni descartó las sospechas del Pentágono de que agentes iraníes pudieran estar detrás del ataque del pasado día 20 en Kerbala, en el que murieron cinco soldados estadounidenses, y en el que los ejecutores utilizaron uniformes y armas similares a las usadas por los militares norteamericanos.
Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pidió a Estados Unidos e Irán que no utilicen Irak como "un campo de batalla" en una entrevista a la CNN divulgada esta jornada en su página web.
"Irak no tiene nada que ver con la lucha estadounidense-iraní", dijo, al asegurar que "todos deben respetar la soberanía iraquí".
Maliki destacó que "no aceptaremos que Irán use Irak para atacar a las fuerzas estadounidenses" y que "no queremos que las fuerzas de Estados Unidos usen Irak para atacar a Irán o Siria".
"Les hemos dicho a los iraníes y los estadounidenses: sabemos que tenéis un problema con el otro, pero os pedimos, por favor, que resolváis vuestros problemas fuera de Irak", agregó. (EFE)