Benedicto XVI agradeció a las mujeres por su contribución a la Iglesia
"Ha habido tantas figuras femeninas que han realizado un precioso y efectivo papel en la difusión del Evangelio", dijo el Pontífice, quien -sin embargo, reiteró su rechazo al sacerdocio femenino.
El Papa Benedicto XVI agradeció la contribución de las mujeres para la edificación de la Iglesia, durante la catequesis de la audiencia pública realizada en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Benedicto XVI dedicó la catequesis a las mujeres que tuvieron un importante papel tanto durante la época de Jesús como después para la difusión del Evangelio.
"Ha habido tantas figuras femeninas que han realizado un precioso y efectivo papel en la difusión del Evangelio, su testimonio no puede ser olvidado", señaló el Papa.
El Pontífice recordó que Jesús eligió a doce hombres como apóstoles pero que entre los discípulos "había muchas mujeres" y que "a diferencia de ellos no abandonaron a Jesús en la hora de la pasión".
Entre ellas, Benedicto XVI citó no sólo la Virgen María, sino también a otras figuras religiosas como María Magdalena, que "siguió a Jesús en su Pasión y fue la primera que anunció su resurrección".
El Papa no se mostró de acuerdo con las palabras de San Pablo en las que indicaba que "las mujeres tenían que callar durante las asambleas porque no les está permitido hablar" pero que "podían profetizar abiertamente bajo el influjo del Espíritu Santo".
"La relación entre estas dos indicaciones es contradictoria pero dejemos a los estudiosos el trabajo de aclararla", dijo el Papa, que a raíz de esto quiso puntualizar que "la Iglesia habría sido diferente sin el aporte de las mujeres".
Sin embargo, en su mensaje de este miércoles Benedicto XVI se mantuvo firme en su postura de no permitirles a las mujeres ejercer el sacerdocio.
Según especificó, "hombres y mujeres en la Iglesia son iguales, cada uno con su misión".
Tras la catequesis el Papa saludo a los peregrinos de idioma español, entre los que se encontraban hoy un grupo de 13 niños y niñas iraquíes, de entre tres y 15 años, que fueron atendidos en España de sus enfermedades y heridas gracias a la mediación de la Asociación católica Mensajeros de Paz. (EFE)