La Oreja y Bacilos repartieron honores en el debut de Viña 2007

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Autor: Cooperativa.cl

La jornada inaugural del Festival fue redonda para los españoles como para el ahora desaparecido trío, pero también permitió el lucimiento de una bella y emocionada Tonka Tomicic.

Por J. Raúl Martínez rmartinez@cooperativa.cl

 

Una noche redonda tuvo en su debut el Festival de Viña del Mar 2007, porque además del éxito que lograron sus dos números principales -La Oreja de Van Gogh y Bacilos- la animadora Tonka Tomicic sorteó con más que éxito su primera noche en la Quinta Vergara, cuyo público coreó su nombre desde el primer momento en que pisó el escenario.

 

Tras el actuado beso que protagonizaron Tomicic y su compañero en la animación, Sergio Lagos, los conductores dieron paso al primer número del certamen, La Oreja de Van Gogh, grandes triunfadores de la versión 2005 del certamen.

 

Los españoles recurrieron a la fórmula que los hizo famosos con discos como "viaje de copperpot" o "Lo que te conté mientras te hacías la dormida", que reportan la gran parte de los éxitos de la banda, como "París", "20 de enero", "Puedes contar conmigo" o "Vestido azul", todos los que estuvieron presentes en el repertorio de este 21 de febrero.

 

No obstante, ya el inicio de los hispanos marcó un homenaje a Chile, tal como cuando en 2005 versionaron "Gracias a la vida" de Violeta Parra, pues ahora la introducción a su show estuvo a cargo de "Te recuerdo Amanda", del asesinado Víctor Jara.

 

La Oreja no mostró nada nuevo en términos estéticos, pero musicalmente dieron a conocer matices algo distintos que recogen temas nuevos, como "Dulce locura" o "Muñeca de trapo", de su última placa, "Guapa" (2006).

 

Claro que los dos años transcurridos desde su primera vez en Chile, con varias presentaciones en Santiago y regiones mediante, matizaron en parte la efervescencia de los fans de La Oreja, porque a pesar de que recibieron Antorcha de Plata y Antorcha de Oro, y tras su cierre hubo atisbos de la aparición del "monstruo", finalmente los cinco músicos pudieron dejar la Quinta sin necesidad de volver para calmar al respetable.

 

En definitiva, el carisma de la vocalista, Amaia Montero, y las canciones de amores desgarrados que conquistan desde hace años a varias generaciones bastaron para que La Oreja de Van Gogh tuviera un paso exitoso -sin desbordes pasados- por Viña 2007, donde además dejaron en claro que no hay planes de terminar esta aventura en busca de carreras solistas.

 

El cierre de Bacilos

 

El cierre de la jornada festivalera de este miércoles tuvo como corolario a un trío que además cerró su existencia musical: Bacilos.

 

El multinacional grupo se alejó de cualquier cliché de despedidas y se dedicó sólo a tocar, centrando su repertorio en varios sencillos que han sonado en las radios en los últimos años, como "Mi primer millón", "Caraluna" o "Tabaco y Channel".

 

Bacilos, que para ser número de cierre salieron a escena particularmente temprano -alrededor de las 01:30 horas (04:30 GMT), mostró incluso una presentación superior a la de su anterior paso por Viña, en 2004.

 

Incluso el vocalista, el colombiano Jorge Villamizar, pareció en momentos estar lanzando su anunciada carrera solista, moviéndose libre por el escenario al son de temas como "Sólo un segundo" o "Pasos de gigante".

 

Para Bacilos, el público tuvo más que aplausos y no por mediar esta especial situación del trío, sino porque definitivamente el grupo logró marcar en la gente varios éxitos, más allá de no ser una banda que genere fanatismo extremo, como sí lo hace La Oreja.

 

El número distinto de Mayumana

 

El número de variedades del debut de Viña 2007 estuvo a cargo de la compañía israelí Mayumana, que mezcla la danza con la percusión de manos de objetos como tubos o basureros, y que logró una aplaudida conexión con la gente, que pudo apreciar un show mucho más atractivo en términos visuales y sonoros que algunos de sus antecesores en la historia festivalera.

 

Incluso, Mayumana realizó un bis, incluso extraño si se piensa el tipo de performance que realizan, pero que también causó una descoordinación en escena, porque cuando los artistas esperaban una nueva salida, la producción ya instalaba el aparataje técnico para Bacilos.

 

Interesante como Mayumana resultó la obertura, titulada "Chile Virtual", a cargo de un ballet que tuvo como protagonista a la bailarina Claudia Miranda, acompañada por un cuerpo de baile que danzó al son de un ritmo electrónico con ribetes tribales.

 

El colorido de la presentación, que incluyó centauros y un cóndor bajando desde lo alto del escenario, fue una adecuado inicio para la primera jornada de Viña 2007, que, como anécdota, marcó un récord horario, pues acabó a las 02:30 horas (05:30 GMT) y no pasadas las 03:00 horas. (Cooperativa.cl)