Miles de personas pidieron la renuncia del presidente de Kirguizistán

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Autor: Cooperativa.cl

La oposición de la ex república soviética exige una nueva constitución y el llamado a elecciones, mientras el gobernante la acusa de planear un golpe de Estado.

Miles de manifestantes se congregaron este miércoles en la plaza Central del Bishkek, la capital de Kirguizistán, para reclamar la dimisión del presidente Kurmanbek Bakíev y la aprobación de una nueva Constitución que allane el camino a las reformas.

 

"Bakíev: vete", "Reformas sin Bakíev", "Queremos reformas constitucionales" y "Elecciones anticipadas", son las consignas que esgrimen los manifestantes, 20.000 según los organizadores y unos 7.000 de acuerdo a datos de la policía.

 

El líder de la oposición y ex primer ministro de ese país de Asia Central, Félix Kúlov, aseguró que la manifestación, de carácter indefinido, no pretende "tomar la ciudad", según la agencia rusa Interfax.

 

"Nos hemos reunido no para tomar el poder a cualquier precio, sino para tener autoridades honestas, que respeten la ley, no se rijan por las normas de una familia corrupta y que no dividan el país", declaró el político.

 

El objetivo de la protesta es "conseguir la celebración de elecciones limpias", sentenció Kúlov, dirigente del Frente Unido que organiza las protestas junto con el movimiento Por las Reformas.

 

"No estamos en contra de las negociaciones. Hemos propuesto a las autoridades nuestro proyecto de reforma constitucional y de elecciones presidenciales anticipadas, pero no hemos tenido respuesta", indicó.

 

La policía cortó el tráfico en las inmediaciones de la plaza central de Bishkek, donde la oposición desplegó decenas de tiendas de campaña, y redobló las medidas de seguridad junto a los edificios públicos adyacentes, en previsión de posibles desordenes.

 

"Edificio bajo vigilancia: en caso de entrada sin autorización se abrirá fuego", reza un aviso colgado en las rejas que rodean la casa del Gobierno, en cuyo recinto se encuentra un vehículo para lanzar agua y una unidad de la Guardia Nacional.

 

La oposición, que acusa al presidente de haber desaprovechado las conquistas democráticas de la incruenta Revolución de los Tulipanes de marzo de 2005 y de no aplicar las reformas prometidas, ha formulado de la siguiente manera sus principales exigencias.

 

"Son, en ese orden, la dimisión de Bakíev, la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales y legislativas y el funcionamiento hasta esos comicios de un gobierno de coalición", declaró a la prensa el portavoz del Frente Unido, Azamat Kalmán.

 

El presidente Bakíev dijo el martes en un mensaje a la nación que está abierto al diálogo con la oposición, pero acusó a ésta de hacer oídos sordos y de preparar un "golpe de Estado" y advirtió de que recurrirá a la fuerza pública en caso de desordenes.

 

"Las fuerzas del orden adoptarán las medidas más duras para reprimir las violaciones de la ley y castigar a los culpables en caso de que surja el más mínimo peligro para la seguridad de los ciudadanos y visitantes del país", advirtió.

 

Bakíev admitió que el país vive una profunda crisis política, pero aseguró que él ha hecho numerosas concesiones a la oposición con el único fin de "mantener la estabilidad y unidad del país y preservar el estado kirguís".

 

En el último de estos gestos, Bakíev a finales de marzo entregó la jefatura del Gobierno al dirigente opositor Almaz Atambáyev, quien a finales de 2006 había encabezado protestas populares.

 

De esta forma, dijo, él cumplió la demanda de la oposición sobre un gobierno de coalición, y también reformó la televisión pública y creó un grupo de trabajo que ya ha redactado una nueva Carta Magna, que ahora compite con el borrador opositor.

 

Según los políticos, la disputa se dirimirá en el Parlamento, al que ambos bandos han presentado sus borradores de la nueva Carta Manga.

 

Los legisladores ahora tendrán que pronunciarse sobre uno u otro proyecto, o fundirlos en uno sólo, con la presión añadida de la protesta callejera.

 

La variante de la oposición reproduce la Constitución aprobada en noviembre pasado, que recortó las facultades del presidente, pero que Bakíev logró enmendar un mes más tarde para recuperar sus poderes.

 

Por su parte, Bakíev despachó la noche del amrtes al Legislativo su versión de reforma constitucional, que -según él mismo afirma- recoge los planteamientos básicos de sus detractores.

 

"Todas las demandas de la oposición fueron escuchadas y cumplidas y no quedan razones para sacar a la gente a la calle", manifestó el presidente.

 

Sin embargo, la oposición no está de acuerdo y promete continuar su protesta hasta conseguir la dimisión de Bakíev. (EFE)