Benedicto XVI recordó las "sombras" de la evangelización indígena en A. Latina
El Papa señaló que la "gloriosa" llegada del cristianismo al continente no ignora "los sufrimientos y las injusticias inflingidas por los colonizadores".
El papa Benedicto XVI afirmó que el cristianismo se abrió camino en América Latina "dialogando" con las culturas precolombinas y que la "gloriosa" evangelización no puede olvidar "los sufrimientos y las injusticias infligidas por los colonizadores a las poblaciones indígenas".
Unas 50.000 personas asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública, en la que el Papa habló de su reciente viaje a Brasil, el primero que ha realizado a América en sus dos años de pontificado.
Algunos dirigentes políticos latinoamericanos criticaron al Papa cuando dijo en la V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM) que la Evangelización de América "no supuso en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
Este miércoles, Benedicto XVI manifestó que el cristianismo se abrió camino en ese continente "dialogando con las ricas tradiciones precolombinas y después con las múltiples influencias europeas y de otros continentes".
"Cierto, el recuerdo de un pasado glorioso no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de evangelización del continente latinoamericano", sostuvo el pontífice.
"No se pueden olvidar los sufrimientos y las injusticias infligidas por los colonizadores a las poblaciones indígenas, muchas veces pisoteadas en sus derechos más fundamentales", agregó.
El Obispo de Roma agregó que la "debida mención de esos crímenes injustificables", ya condenados por misioneros y teólogos, "no debe impedir reconocer con gratitud la maravillosa obra realizada entre aquellas poblaciones en el curso de estos siglos".
Ratzinger señaló además que el Evangelio en estos cinco siglos en el continente americano se ha convertido en un elemento de identidad de los pueblos latinoamericanos y que hoy esa identidad católica es la "respuesta más adecuada" para hacer frente a la globalización. (EFE)