EE.UU. pretende armar a sunitas de Irak para convertir enemigos en aliados, según diario

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Autor: Cooperativa.cl

The New York Times citó a comandantes del Ejército en el país mesopotámico y autoridades locales, que validaron la estrategia que pretende minar a las fuerzas de la insurgencia.

Las fuerzas estadounidenses en Irak han decidido aportar armas, dinero, combustible y otras provisiones a algunas de las milicias sunitas hasta ahora relacionadas con la insurgencia, con el fin de convertirlas en aliados, aseguró el diario The New York Times.

 

La nueva estrategia, que pretende aislar a Al Qaeda y reducir las bajas estadounidenses, ocasiona malestar en el Gobierno iraquí, dominado por chiítas, agregó el medio neoyorquino.

 

El periódico publicó un reportaje basado en declaraciones de comandantes estadounidenses en el país mesopotámico y de funcionarios del Ejecutivo de Bagdad.

 

La política de intentar ganarse a los sunitas mediante acuerdos y la aportación de pertrechos, en vez de vencerlos en combates, ya ha sido probada con éxito en la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad, hasta hace poco un feudo de la insurgencia.

 

Ahora se pretende aplicar "el modelo Anbar" en otras zonas del país donde esta vertiente del credo musulmán es mayoritaria, según el diario.

 

Oficiales estadounidenses, cuyos nombres no se citan, explicaron a The New York Times que varios grupos sunitas han roto su relación con Al Qaeda porque no aguantan más su táctica de lanzar atentados suicidas que cobran las vidas de muchos civiles.

 

Los comandantes de campo de las fuerzas estadounidenses en Irak se reunieron hace varios días en Bagdad con su jefe, el general David Petraeus, y su "número dos", el teniente general Raymond Odierno, para concretar y definir cómo negociar alianzas con las milicias sunitas y entregarles armamento.

 

Esta nueva política ha sido criticada, según el rotativo, por conllevar el peligro de que las milicias acaben empleando sus armas contra el Ejército y la policía de Irak, que están en manos de chiítas, o incluso contra los propios estadounidenses.

 

Pero un comandante que asistió a la reunión con Petraeus dijo a The New York Times que los eventuales beneficios de esta política frente a Al Qaeda son tan importantes que vale la pena correr el riesgo que supone armar a grupos que antes han luchado contra las fuerzas estadounidenses.

 

Con el "modelo Anbar" se trata de dividir y enfrentar a Al Qaeda, por un lado, y a los militantes del Partido Baaz del derrocado y ejecutado presidente Sadam Husein, por otro, agregó este comandante.

 

Otro oficial, el mayor general Rick Lynch, contó a un grupo de periodistas que los milicianos sunitas han dicho a los militares estadounidenses: "Los odiamos a ustedes por ser ocupantes, pero odiamos más a Al Qaeda, y a los persas más todavía".

 

Al mismo tiempo, los milicianos sunitas conservan su mala opinión del gobierno nacional del primer ministro Nuri al Maliki, mientras que los líderes chiítas ven con recelo que los estadounidenses tiendan la mano a los insurgentes sunitas.

 

Un asesor político de Maliki, Sadiq al Rikabi, comentó a The New York Times que "el objetivo del Gobierno es desarmar y disolver a las milicias en Irak y tenemos tantas milicias en Irak que ya tenemos que esforzarnos para solucionar el problema. ¿Por qué se están creando nuevas (milicias)?". (EFE)