Capdeville cayó en titánica lucha y se despidió en la qualy de Wimbledon
El número tres nacional se inclinó ante el luxemburgués Gilles Muller, en cinco sets, por 3-6, 5-7, 7-5, 6-4 y 4-6, y no podrá acompañar a Fernando González y Nicolás Massú en el tercer Grand Slam de la temporada.
Sólo dos chilenos habrá en Wimbledon, Fernando González (6º) y Nicolás Massú (50º), luego que Paul Capdeville fallara en su intento de acceder al cuadro principal desde las clasificaciones, tras perder en un titánico tercer partido.
El luxemburgués Gilles Muller (152º) fue el escollo insalvable para el nacional, tras imponerse por 6-3, 7-5, 5-7, 4-6 y 6-4.
Aunque Capdeville tuvo el mérito de levantarse tras perder los dos primeros sets, ese repunte no le alcanzó para doblegar a un rival que en el recuento fue más sólido.
El duelo empezó muy adverso para el santiaguino. De hecho, La única vez que tuvo opción de hacer daño al europeo en los dos capítulos iniciales fue al comienzo del choque, cuando dispuso de un 0-40 para quebrar y no pudo hacerlo.
Después de eso, el santiaguino pudo tomarle el pulso al encuentro y Muller demostró una solidez en su saque que lo llevó a marchar con tranquilidad.
Capdeville, en general en esos dos primeros sets, también defendió con firmeza el saque, aunque lo cedió en momentos claves. En el primero, el luxemburgués quebró en el octavo juego y quedó 5-3, listo para servir por la manga. Y lo aprovechó para cerrarla con un 6-3.
En el segundo capítulo ambos conservaron sin problemas sus servicios, hasta que llegó el duodécimo game en el cual Muller rompió de nuevo y liquidó el parcial.
La tercera raqueta criolla despertó a partir de la tercera manga y con la misma fórmula de su adversario, con un quiebre en el juego 12, forzó a un cuarto set tras imponerse por 7-5.
Y la recuperación se prolongó en el parcial siguiente y con igual esquema, porque una vez más rompió en el momento preciso, en el décimo game y con un 6-4 obligó al quinto y definitorio capítulo.
Pero en el último episodio la emoción se acabó rápido, porque el servicio de Capdeville cedió ya en el tercer juego y Muller pasó a dominar con el suyo para encaminarse a un triunfo que finalmente concretó en tres horas y ocho minutos.
Así se acabó el sueño del pupilo de Diego Moyano en Wimbledon, si bien todavía podría esperar la deserción de algún jugador para entrar como lucky loser (perdedor afortunado), aunque eso ya no depende de él. (Cooperativa.cl)