Fugas radiactivas por terremoto en Japón fueron "muy pequeñas", según empresa
La compañía Tokio Electric Power, responsable de la central dañada el 16 de julio pasado, señaló que los 1,2 metros cúbicos de agua radiactiva filtrados al mar no revisten riesgo para el hombre.
Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía nipona responsable de la central nuclear dañada por un terremoto el 16 de julio pasado, aseguró que las fugas radiactivas desatadas por el evento se mantuvieron muy por debajo del nivel de riesgo para el hombre.
El vicepresidente ejecutivo de la compañía, Ichiro Takekuro, afirmó que las emisiones radiactivas fueron "muy pequeñas".
En concreto, informó de que la dosis radiactiva que contenía el agua contaminada vertida al mar fue 100 millones de veces menor que la exposición normal media que recibe un hombre al año.
Por otra parte, el ejecutivo agregó que la radiación que salió a la atmósfera era, según sus datos, un millón de veces menor que esta cantidad promedio.
La compañía eléctrica ha confirmado hasta el momento un total de 63 fallas de funcionamiento en la planta de Kashiwazaki-Kariwa, los 1,2 metros cúbicos de agua radiactiva que se filtraron al Mar del Japón y el escape de gas con partículas radiactivas a través de la chimenea principal de uno de los reactores.
No obstante, Takekuro quiso subrayar que "no se ha confirmado hasta el momento ningún daño de gravedad en la estructura de los edificios que contienen los reactores y las turbinas ni en el resto de componentes de alta seguridad" en la planta, la mayor del mundo por capacidad de producción.
"Lo más importante es que los cuatro reactores en funcionamiento se apagaron automáticamente como estaba previsto" a consecuencia del terremoto, y "permanecieron en condiciones de apagado en frío", que "es el modo seguro", explicó el responsable de la compañía eléctrica.
De todas formas, la compañía no ha sido capaz de cuantificar totalmente la repercusión del sismo de 6,8 grados en la escala de Richter que sacudió el noroeste de Japón, ni el costo de mantener la planta cerrada ni el gasto que supone la compra del combustible necesario para producir la energía equivalente. (EFE)