Consejo de Seguridad aprobó ampliación de la presencia de ONU en Irak
La presencia de la Misión de Asistencia para Irak de la ONU (Unami) se extendió por un año y ahora incluye más responsabilidades que sólo asesorar al Gobierno de Bagdad.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) aprobó este viernes por unanimidad una resolución que amplía la presencia de la organización en Irak, con el objetivo de favorecer el diálogo político regional, la reconciliación nacional y afrontar la crisis humanitaria que vive ese país.
La resolución, aprobada por los 15 miembros del máximo órgano de ONU, y que fue presentada por EE.UU. y el Reino Unido, promueve las negociaciones políticas entre los diversos grupos étnicos y religiosos.
Asimismo, favorece el diálogo regional sobre asuntos que interesan a Irak y sus vecinos, como los problemas de seguridad fronteriza, de energía y de los refugiados.
Con la luz verde del Consejo de Seguridad, se extiende por un año el mandato de la Misión de Asistencia para Irak de la ONU (Unami), que expiraba este viernes, y que ahora aumenta su responsabilidad de asistencia al Gobierno iraquí.
Hasta ahora, los responsables de la ONU han ofrecido escasos detalles sobre los cambios que deberán efectuar en las instalaciones y el dispositivo de seguridad necesario para poder aplicar el nuevo mandato, ante la persistente violencia que afecta a la sociedad iraquí y limita las actividades de los organismos extranjeros.
El subsecretario para Asuntos Políticos de la ONU, Lynn Pascoe, explicó el pasado martes que por el momento planean aumentar en octubre próximo de 65 a 95 los funcionarios de la misión en Bagdad.
Bajo la nueva propuesta, ONU ayudará y asesorará a Bagdad, para fomentar el diálogo político y la reconciliación nacional, la revisión de la Constitución y la organización de elecciones, entre otros asuntos.
Además, la resolución aumenta la responsabilidad en la asistencia humanitaria y la reconstrucción de Irak, ya que ONU deberá ayudar al Gobierno a proporcionar servicios básicos a la población, coordinar la asistencia económica internacional y fomentar un crecimiento sostenido de la economía.
Las nuevas tareas suponen un aumento cuantitativo y cualitativo respecto a la labor actual de la misión en Bagdad, dedicada casi exclusivamente a facilitar asesoría técnica al Ejecutivo, mientras otra oficina con 100 empleados en Amán (Jordania) se encarga de los programas humanitarios.
Washington hizo público hace semanas su deseo de que ONU desempeñe un papel más activo en Bagdad, y así se lo transmitió el presidente de EE.UU., George W. Bush, al secretario general de la organización, Ban Ki-moon, en su primera reunión en enero pasado.
Ban se ha mostrado desde entonces abierto a esta posibilidad, pero también ha dicho que cualquier decisión dependerá de la situación de seguridad en la nación árabe.
La ONU tuvo que retirar a la mayoría de sus empleados en el país árabe después del atentado ocurrido en su sede en Bagdad en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas, entre ellos el representante especial en Irak, el diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello. (EFE)