Rusia desarrolla una versión "antiterrorista" del fusil Kalashnikov
El AK-9, último modelo de la legendaria arma eslava, dispara sin hacer ruido y es capaz de atravesar un chaleco antibalas, además de pesar sólo 3,8 kilos.
Rusia entregó detalles sobre el desarrollo AK-9, el último modelo del legendario fusil de asalto Kalashnikov, producido en la fábrica de Ijmach en los Urales, en el centro del país.
"Dispara casi sin hacer ruido y puede atravesar hasta un chaleco antibalas", indicó uno de sus diseñadores, Alexei Dragunov.
En 2006, las fuerzas especiales rusas pidieron a la fábrica Ijmach, situada a 1.300 kilómetros de Moscú, que creara un fusil de asalto que uniera las virtudes del Kalashnikov y las de las armas silenciosas, para poder utilizarlo en misiones secretas, según revelaron los responsables de la fábrica.
"Es para las fuerzas especiales, para las operaciones antiterroristas", explicó el director general de la fábrica, Vladimir Grodetski, ante periodistas extranjeros por el 60º aniversario del primer Kalashnikov, el AK-47.
El AK-9 está equipado con un silenciador, dispara balas de un calibre de nueve milímetros capaces de atravesar los chalecos antibalas y pesa 3,8 kilos, un poco menos que los modelos anteriores.
Según el experto Richard Jones, de la revista especializada británica Janes Infantry Weapons, este tipo de modelos es requerido por "razones tácticas", y apuntó que el AK-9 "podría interesar a otras fuerzas especiales en el mundo, a unidades como los comandos".
El desarrollo del fusil AK-9 forma parte de un amplio programa de modernización de las fuerzas armadas rusas, que va del cambio de uniforme a la utilización de nuevos misiles de alta tecnología Iskander.
Ijmach fabrica cada año cerca de 100.000 fusiles Kalashnikov, mientras que unos 900.000 ejemplares falsos son fabricados en el resto del mundo, principalmente en Bulgaria, China y Polonia. (Agencias)