Ex presidente filipino calificó como "decisión política" condena a cadena perpetua
Sólo el hecho de que recientemente se haya abolido la pena capital evitó que Joseph Estrada fuera sentenciado a muerte.
Como una "decisión política" de un "tribunal ilegal" calificó el depuesto presidente filipino Joseph Estrada la condena a cadena perpetua por desfalco tras seis años de juicio por aceptar presuntamente sobornos mientras estuvo en el cargo a la que fue sometido el miércoles.
Estrada recibió además la orden de entregar una mansión y más de 731 millones de pesos filipinos (11 millones de euros), más intereses, que fueron depositados en dos cuentas bancarias.
No obstante, ha evitado ser condenado a pena de muerte por los delitos de que se le acusan, ya que el Gobierno abolió recientemente la pena capital.
"Esta es la última oportunidad para que el Estado demuestre lo que puede hacer, que podemos acusar, perseguir y convencer a un funcionario público sin importar su estatus", subrayó el fiscal especial, Dennis Villa-Ignacio. "Esto demuestra que nuestro sistema judicial realmente funciona", opinó.
El ex presidente lleva ya varios años detenido, por lo que no está claro cuándo podrá ser puesto en libertad condicional o si se le autorizará a cumplir la condena bajo arresto domiciliario o incluso podría ser objeto de un indulto presidencial, posibilidad que él mismo ha rechazado en el pasado.
Por el momento, el tribunal ordenó que permanezca confinado en su residencia "hasta nueva orden".
Por otra parte, otros dos acusados, el hijo de Estrada y senador Jinggoy Estrada y el abogado Eduardo Serapio, fueron absueltos de todos los delitos que se les imputaban durante los diez minutos que duró la audiencia en el Tribunal.
Estrada, que era actor y a menudo ha dicho que su presidencia fue "la última y mejor actuación" de su vida, ya antes de conocer el veredicto prometió que apelará su condena, para lo que tiene un plazo de 15 días. (Agencias)