"Súper martes" confirmó liderazgo republicano de McCain y dejó abierta la primaria demócrata
Mientras el veterano de Vietnam vio reafirmado su ascendiente sobre la competencia en el partido gobernante, Clinton y Obama no lograron establecer distancias entre sí, dejando las definiciones, en el peor de los casos, para agosto próximo.
Que John McCain es el cada vez más claro favorito para conseguir la candidatura republicana y que los demócratas están más divididos que nunca en dos bandos, el de Barack Obama y el de Hillary Clinton, son las principales conclusiones del "súper martes" vivido por Estados Unidos.
Cuando aún no se define el número total de delegados que cada candidato obtuvo para que los representen en las próximas convenciones de sus partidos, el único ganador claro fue el republicano, que logró aunar fuerzas en torno a su figura. McCain ganó en un total de nueve estados, entre ellos California y Nueva York, las dos "joyas de la corona".
Ambos son los territorios que enviarán más representantes a las convenciones de agosto próximo. California lo hará con 441 demócratas y 173 republicanos; mientras que de Nueva York viajarán 281 demócratas y 101 republicanos.
En total, estos dos territorios suman cerca del 35 por ciento de los delegados demócratas en juego y el 25 por ciento de los republicanos.
El gran triunfo de McCain
McCain destacó del resto con varias victorias importantes, especialmente en el área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, donde aparecía como favorito el alcalde de la "capital del mundo", Rudolph Giuliani, quien se retiró hace una semana.
Al abandonar la carrera electoral, Giuliani anunció su apoyo explícito a McCain, lo que favoreció la victoria del senador en estos tres importantes estados de la costa este de EE.UU.
Además de estos y de California, McCain venció en Delaware, Illinois, Misuri y Oklahoma, así como en Arizona, estado del que es senador.
Tal y como se esperaba, el ex Gobernador de Massachussets Mitt Romney ganó en este estado, al igual que en Colorado, Dakota del Norte, Minesota, Montana y Colorado, además de Utah, que concentra la mayor parte de la comunidad mormona del país, religión que profesa este aspirante a la Casa Blanca.
Tampoco fue una sorpresa la victoria en Arkansas del ex gobernador Mike Huckabee, quien además ganó en Virginia Occidental, así como en Alabama, Tennessee y Georgia, estados sureños donde tiene un gran peso la derecha religiosa.
Entre los demócratas no hay nada definitivo
Igualmente, Hillary Clinton demostró su fortaleza en California y Nueva York, pero debió enfrentar a un Obama que se impuso en un número mayor de estados, 13, frente a los ocho de la ex primera dama.
Los dos candidatos demócratas están, como se temía desde un principio, prácticamente empatados y el resultado final vendrá marcado por el reparto de delegados que salga de estas primarias.
Además de California, Clinton demostró su fortaleza en la zona este de EE.UU., especialmente en Nueva Jersey y Nueva York, donde hizo valer los dos mandatos que ha ejercido como senadora.
Hillary Clinton sufrió, sin embargo, una derrota en otro de los estados vecinos, Connecticut, donde se impuso Barack Obama.
No obstante, se resarció en Massachusetts, el estado feudo del clan Kennedy, que recientemente dio su apoyo a su rival Barack Obama.
La campaña de Hillary Clinton celebró esta victoria como "la sorpresa de la noche", pues demuestra su "fortaleza en lugares donde se suponía que Obama debía ganar" y destacó además el apoyo latino recibido.
La senadora venció además en varios estados sureños, como Arizona, Tennessee, Oklahoma y Arkansas, donde ejerció de primera dama del Estado durante el mandato de Bill Clinton como gobernador.
Barack Obama, por su parte, logró la esperada victoria en el estado que representa en el Senado, Illinois, y que supone además el tercero en importancia en número de delegados, tras California y Nueva York.
El senador afroamericano también ganó en Alaska, Colorado, Delaware, Dakota del Norte, Idaho, Kansas, Minesota, Misuri y Utah, así como Georgia y Alabama, dos estados sureños con una gran proporción de población negra.
La importancia de los delegados
Ahora comienza el largo proceso de convertir los votos de simpatizantes demócratas y republicanos en las figuras de los delegados, es decir, los emisarios que asistirán en agosto próximo a elegir quién será el candidato de cada partido para suceder a George W. Bush.
Los demócratas eligen en total 4.049 delegados, de los que 2.084 pertenecen a los 22 estados que participaron de este "Superpartes". De ellos, 1.688 se deciden a través de la votación de los ciudadanos y son conocidos como "delegados comprometidos", ya que están obligados a votar por el candidato que representarán en la convención.
Es acá donde existe la mayor igualdad entre Obama y Clinton, ya que están prácticamente empatados.
La diferencia la hacen los restantes, llamados "súper delegados", que corresponden a los cargos oficiales del partido en cada estado. Ellos son libres de elegir a quien quieran y lo pueden decidir el mismo día de la convención.
En caso de que Obama y Hillary consigan un número de delegados comprometidos muy parecido, lo que está sucediendo hasta ahora, los superdelegados podrían acabar decidiendo la nominación, muy probablemente a favor de la ex primera dama, que tiene más arrastre entre la vieja guardia demócrata.
En el caso del Partido Republicano, sólo hay tres superdelegados por estado, por lo que es más difícil ellos definan la nominación del candidato.
Tras este "súper martes" aún quedan pendientes extensas jornadas de primarias desde este sábado 9 con Lousiana y el Distrito de Columbia (DC), hasta el 3 de junio, con el evento en Dakota del Sur. (Cooperativa.cl/EFE)