China atribuyó disturbios en el Tibet a "estúpida argucia" del Dalai Lama
El vocero de la Cancillería acusó un "ardid político" por parte del líder religioso parar "separar y arruinar la vida armoniosa" de los tibetanos, mientras los manifestantes condenaron represión de Pekín.
El gobierno chino aseguró que los recientes disturbios en Lhasa, capital del Tibet, son un "estúpida argucia" orquestada por el Dalai Lama y afirmó que la situación está "estabilizada", aunque declinó precisar si hay o no detenidos.
"En días recientes unos pocos monjes en Lhasa causaron disturbios durante un par de días buscando encender la confusión social. Es un ardid político del grupo del Dalai (Lama), que intenta separar China y arruinar la vida armoniosa y pacífica del pueblo tibetano", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang.
Calificó la estratagema de "idiota" y señaló que "el desarrollo del Tíbet no puede ser bloqueado por ninguna fuerza".
Sobre si hubo o no detenidos durante las protestas, el portavoz se limitó a decir que "las autoridades competentes han llevado el caso según la ley" y que gracias a los esfuerzos del gobierno local "la situación se ha estabilizado".
Según la emisora fundada por Estados Unidos Radio Free Asia (RFA), la policía china reprimió con violencia las protestas protagonizadas por cientos de monjes tibetanos en Lhasa los días 10 y 11 de marzo, para conmemorar el aniversario de la revuelta tibetana de 1959, que fue aplastada por el Ejército y que ocasionó la huida al exilio del Dalai Lama.
En un comunicado, Amnistía Internacional (AI) condenó las duras medidas empleadas por la policía china contra "protestantes pacíficos" en Lhasa.
"Según fuentes testimoniales, los policías chinos utilizaron el día 11 gases lacrimógenos y descargas eléctricas para dispersar a unos 500 manifestantes que buscaban la liberación de los monjes detenidos en las protestas del día anterior", subraya el texto. (EFE)