Boston Celtics reverdeció laureles tras vencer a los Lakers en la final de la NBA
La escuadra liderada por Kevin Garnett derrotó por 131-92 al equipo californiano y sumó su cuarto triunfo en la serie final de la liga estadounidense para sumar su 17º título.
Tras 22 años de sequía, en los cuales deambularon en los últimos puestos, Boston Celtics consiguió reverdecer laureles en el exigente baloncesto estadounidense tras vencer por 131-92 a Los Angeles Lakers en el sexto partido de la final y alzarse como nuevo monarca de la NBA.
Desde un comienzo, la escuadra adiestrada por Glen Rivers se instaló con la ambición de quebrar la mala racha y comenzar a escribir una historia distinta, similar a la que en los '60 mostró a un extraordinario Bill Russell. O una parecida a la que marcó Larry Bird en los '80.
Ahora el peso recaía en Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen, los denominados "Three Big" y no eludieron la responsabilidad. El tridente de estrellas, tal como mostró a lo largo de la temporada, dejó de lado los egos y se unió para guiar al equipo bostoniano a una histórica victoria.
Los Lakers apenas aparecieron y el liderazgo de Kobe Bryant resultó insuficiente. El escolta se vio complicado por la marca impuesta por los "célticos", quienes le cerraron el paso al aro a la figura angelina. Pese a ello, el primer cuarto fue cerrado y los locales se impusieron 24-20 gracias al bueno comienzo de los "laguneros".
Los Celtics aprovecharon el envión en el segundo cuarto para intimidar a su adversario con una defensa extenuante y estremecer el aro de los californianos desde el perímetro. Así, la brecha llegó a ser de 23 puntos al término de la primera mitad en medio de un gimnasia que estallaba de felicidad al ritmo de la arenga del público.
El equipo de Phil Jackson se hundió literalmente en el segundo periodo y si alguien esperaba una reacción del equipo angelino, acabó defraudado porque la tormenta siguió y el déficit sobrepasó los 30 puntos (79-48).
Ni siquiera el esfuerzo de Bryant y Gasol alcanzó para maquillar un resultado escandaloso y mientras los suplentes sumaban minutos, en la banca de los Celtics, Garnett, Pierce y Allen celebraban entre lágrimas, risas y un baldazo de agua fría para Rivers, quien debió soportar la tradicional broma de campeón. (Cooperativa.cl)