Las alternativas para afrontar gastos inesperados

Si se mantiene un fondo para urgencias en el que cada mes deposita sagradamente un porcentaje del sueldo, cualquier hecho inesperado no tendrá consecuencias financieras tan devastadoras  para la persona, porque incluso en el peor de los casos, sólo se gastará una fracción del costo total.

 

De acuerdo al sitio The Digerati Life, una opción al  fondo de emergencias es crear un ítem en el presupuesto mensual  que sea para gastos inesperados o urgencias.

 

Si bien será una cantidad bastante inferior que la anterior, implica una ayuda para superar pequeños acontecimientos que  se pueden producir durante el mes y , si bien no  tienen un impacto devastador en las finanzas pueden acarrear un treinta días de intranquilidad e incertidumbre.

 

Utilizar  el ahorro que se ha recaudado con otros fines es otro sencillo método de enfrentar un gasto adicional. Por ejemplo, si ahorrar por ahorrar le parece prácticamente imposible, entonces desvíe ese dinero a un fondo que ya haya establecido para otros fines como comprar una nueva consola  de juegos o cambiar a un celular más moderno. De este modo la persona está ahorrando sin darse cuenta y podrá retirar el dinero en cualquier momento si sucede un imprevisto  o llegar antes a conseguir la cantidad necesaria para comprar el objeto para el que el plan fue establecido originalmente.

 

Una cuarta opción a la que se puede echar mano para conseguir dinero para superar  una emergencia es vender por internet  todos esos objetos  que sólo utilizan espacio y que podrían tener un nuevo dueño que los usara o apreciara más.

 

En caso  de enfrentarse  al mal escenario que implica un gasto extra pero que es posible de cancelar en un tiempo breve, la tarjeta de crédito puede ser una opción, siempre que se utilice sólo para estos fines esporádicos y con el compromiso de pagar la totalidad o la mayor parte de la deuda lo antes posible.

 

Por último, es importante recordar que, independientemente de la gravedad del  incidente inesperado, tomar préstamos "cuestionables"  no sólo  implica pagar altísimos intereses, sino también exponerse a cargos injustos o poco claros que puedan terminar afectando más la economía personal que la misma emergencia.