George Lucas sufrió revés judicial en el Reino Unido
El cineasta había demandado a Andrew Ainsworth por comercializar las armaduras de los soldados de "Star Wars".
Estos objetos se pueden adquirir en más de 1.791.000 pesos chilenos.
Un diseñador británico podrá seguir vendiendo armaduras de "La Guerra de las Galaxias" en Europa y los países de las Commonwealth (Comunidad Británica de Naciones) después de ganar un pleito contra George Lucas, acerca de la propiedad intelectual de esos elementos del vestuario de la famosa película.
Según publicaron varios medios británicos, un tribunal de este país dio la razón a Andrew Ainsworth, quien fue acusado por la productora de "Star Wars" de la presunta violación de derechos de propiedad intelectual.
Ese diseñador británico vende réplicas de las armaduras características que lucían los soldados del ejército imperial en "La Guerra de las Galaxias" a un precio de 1.800 libras (más de un millón 791 mil pesos).
Ainsworth, que trabajó en la primera entrega de "La Guerra de las Galaxias", en 1977, descubrió en 2004 una de las armaduras originales en un armario y abrió, a partir de ese hallazgo, un negocio para vender distintos elementos de la utilería del filme.
En el año 2005, un tribunal de California prohibió a Ainsworth vender las réplicas de armaduras en Estados Unidos por considerar que esta práctica sí contravenía los derechos de propiedad intelectual según la legislación estadounidense.
Por esa razón, George Lucas y su productora, Lucasfilm, decidieron llevar el caso a los tribunales británicos con el objetivo de acabar con la venta de las armaduras en el Reino Unido y Europa.
Ahora el famoso cineasta se topó con la decisión de un juez británico que estimó que el diseñador no infringe la ley al vender esas piezas.
Sin embargo, el juez desestimó la solicitud de Ainsworth de protección intelectual para sus propias réplicas al tiempo que rechazó la posibilidad de que el diseñador se hiciese, tal como él mismo pedía, con una parte de los beneficios de la saga de "Star Wars".
Además, el tribunal británico anunció otra audiencia para el mes de octubre, con lo que el contencioso no está todavía cerrado.