Un estudio reveló las ilusiones visuales de las que se aprovechan los magos

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Autor: Cooperativa.cl

Detrás de cada truco se esconden efectos especiales y artefactos mecánicos.

Los movimientos empleados distorsionan la imagen que ve el público.

"Nada por aquí, nada por allá", es la clásica frase del mago que, con sus trucos, hace parecer la magia como realidad.  Sin embargo, un estudio, publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience, analizó los procesos cognitivos y las ilusiones visuales que hacen que el cerebro no pueda desvelar el truco.

"Los magos son artistas de la atención y la consciencia. Manipulan estos procesos cognitivos de forma dramática, actuación tras actuación", explicaron los autores del trabajo del laboratorio de Neurociencia Visual del Instituto Neurológico Barrow en EE.UU.

No hay que engañarse. El conejo no sale del sombrero por el toque de la varita y las personas no desaparecen del escenario por el efecto de los polvos mágicos. Detrás se esconde un complejo entramado compuesto por efectos especiales y artefactos mecánicos, pero también por ilusiones ópticas, visuales y cognitivas.

La investigación desentraña el mecanismo que subyace tras las fantasías visuales y las cognitivas. En las primeras, la percepción del estímulo difiere de su realidad física. Es lo que sucede, por ejemplo, en el famoso truco de la cuchara que se dobla "por arte de magia". El movimiento empleado por el mago distorsiona la imagen que vemos y hace que nuestro cerebro caiga en la trampa.

Las ilusiones cognitivas no funcionan tanto en este nivel sensorial y tienen mucho que ver con la experiencia de los ilusionistas a la hora de manipular la mente del público. Tal y como explican los autores del mencionado trabajo, que también contó con la colaboración de cinco magos, las distracciones se pueden lograr de manera abierta, con frases del tipo "mire esta mano", o encubierta.

Jugar con el espacio, el tiempo, el cuerpo y la mente

"El mago no sólo desvía la atención de los espectadores a nivel espacial sino también temporal; es probable que el truco lo haya realizado antes de que parezca que lo está haciendo. El lenguaje corporal y la posición de los ojos también son fundamentales", afirman los expertos.

Los ruidos, las luces, los movimientos rápidos y hasta el humor son estímulos que no tienen otro objetivo que distraer al espectador; su uso está cuidadosamente estudiado.

Un claro ejemplo es la paloma que sale volando del sombrero de un mago, que cambiará el foco de interés del público de manera inmediata.

Los mecanismos más cognitivos también cumplen esta función. Si se pide al público que memorice una serie de elementos, éste centrará su atención en realizar la tarea requerida, y no se dará cuenta de los posibles trucos que se estén realizando mientras tanto.

Verdaderamente, las fallas de nuestra memoria ayudan mucho a los magos.