Las claves para ser ecológico y ahorrar al mismo tiempo

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Autor: Cooperativa.cl

Reutilizar y disminuir desechos es primordial.

Controlar el consumo de papel permite economizar y también salvar árboles.

Tomar medidas para disminuir el impacto que el propio estilo de vida  tiene sobre la naturaleza  no es sólo un modo de  cuidar el medioambiente y preservar los recursos que permiten el desarrollo humano actual y futuro, sino que además, puede ser  una eficaz vía para ahorrar dinero diariamente.

Reducir la cantidad de desechos que se producen es fundamental, ya que se estima que sólo en Chile se producen cerca de 6 millones de toneladas anuales de basura, tanto orgánica como inorgánica.

Para contribuir a la disminución de esa cifra, existen varias alternativas, como reutilizar  algunos objetos antes de desecharlos, alargando al doble su vida útil. Otra opción es reunir ropa, libros, electrodomésticos, juguetes o muebles que pese a su buen estado ya no se usen y donarlos a organizaciones sociales, parroquias, colegios u otras entidades que pudieran necesitarlos.

Otra instancia para disminuir la producción de residuos es  reunir cajas de leche previamente enjuagadas, botellas de vidrio, diarios y/o revistas y depositarlos en los contenedores que algunas instituciones han instalado para este fin fuera de supermercados, farmacias y en la vía pública.

Una medida útil en esta misma línea, puede ser encargarles a sus hijos la recolección de estos materiales o la acumulación de catridges y tóners de las impresoras, que pueden vender más tarde.

Junto con controlar los desechos, es necesario también poner atención a los hábitos de consumo que existen dentro del hogar, ya que, según el sitio Gomestic.com, tomar decisiones acertadas en el presente pueden ahorrarle una buena cantidad en las cuentas futuras.

Fijarse y consultar por el consumo energético de los electrodomésticos es fundamental para no realizar compras  que signifiquen un gasto innecesario en el largo plazo a cambio de un pequeño ahorro inmediato, así como también es importante reemplazar las ampolletas tradicionales por luminarias eficientes, que permiten optimizar la utilización de energía dentro de la casa.

Dentro de este ámbito, el sitio Kiplinger.com recomienda usar el lavavajillas y la lavadora con la carga máxima, para ahorrar energía eléctrica y al mismo tiempo evitar el consumo  superfluo de agua. En caso de que el clima y la rutina familiar lo permitan, preferir los tendederos para la ropa en vez de las secadoras es una buena alternativa para ahorrar energía y al mismo tiempo, extender la vida útil de las prendas.

Cuidar el consumo de agua es otro paso importante en la labor de cuidar el medioambiente y el bolsillo a la vez, ya que con simples medidas como lavarse los dientes con  un vaso de agua en vez del chorro corriendo o preferir las duchas por sobre los baños de tina, se puede lograr un uso más eficiente y económico del vital elemento.

En el ámbito de las compras, adquirir la fruta y la verdura en ferias libres en vez de en supermercados u otros establecimientos similares,  no sólo permite acceder a precios más convenientes, sino también a productos más frescos y variados. Además, si lleva  bolsas plásticas propias para hacer las compras, es un modo de darle un segundo uso a un material que demora cerca de mil años en degradarse.

En cuanto al transporte, si trabaja cerca de su casa intente ocupar menos el automóvil y caminar o irse en bicicleta al menos un par de días a la semana, una práctica que no sólo tendrá efectos en la naturaleza, sino también en  su bolsillo y su salud. 

Otro día a la semana puede optar por tomar la locomoción colectiva o el Metro o, en caso de que esa opción no le parezca bien, acordar ‘turnos' con compañeros de trabajos que vivan dentro de la misma área permitirá que cada uno maneje uno o dos días a la semana  optimizando el uso de su auto e impidiendo que tres vehículos adicionales circulen por las calles de modo no eficiente.

Finalmente, intente disminuir la cantidad de información en papel que maneja. Si es posible utilizar el correo electrónico o archivar en dispositivos, hágalo. De igual modo, si le llegan revistas  comerciales no solicitadas y publicidad impresa que pasa a la basura sin siquiera ser abierta, pida que saquen sus datos de sus listados. De acuerdo al sitio Kiplinger.com,  cerca de la mitad de los catálogos que se envían nunca son abiertos por el receptor, pero cerca de 62 millones de árboles son utilizados cada año en su producción.