Georgia confirmó el uso de bombas de racimo en la guerra con Rusia
Según el ministerio de Defensa, éstas no fueron usadas contra población civil.
Human Rights Watch acusó al país de "uso irresponsable" del proyectil.
El ministerio de Defensa de Georgia confirmó este lunes el uso de bombas de racimo en la guerra con Rusia, aunque matizó que sólo fueron utilizadas contra las caravanas militares rusas, y no contra la población civil.
"El sistema (de lanzadera múltiple) GRADLAR fue usado contra las unidades militares rusas que se desplazaban entre el túnel de Roki y la carretera de Zarski", que enlaza la separatista Osetia del Sur con la república rusa de Osetia del Norte, señala el comunicado del ministerio georgiano.
La nota indica que "esos proyectiles nunca fueron usados contra civiles, objetivos civiles o zonas pobladas por civiles o sus cercanías durante el conflicto con Rusia, en Osetia del Sur o en otros lugares".
Por otra parte, el ministerio niega el uso de sistemas GRADLAR en Shindisi, donde han sido encontrados restos de bombas de racimo, según denunció en un informe la organización Human Rights Watch.
Esta organización acusó a Georgia y Rusia de usar bombas de racimo contra objetivos civiles y militares, a consecuencia de lo cual varias decenas de personas habrían muerto y otras tantas habrían resultado heridos.
"Los ataques indiscriminados violan la ley humanitaria internacional y muestran que el uso irresponsable es la norma y no la excepción ", señaló esa organización.
Más de 100 países han renunciado ya al uso de las bombas de racimo.