Investigadores descubrieron conexión entre gen y una causa de la ceguera
El "Serping1" sería el responsable de la degeneración macular asociada a la edad.
Se espera una mejora en los tratamientos tras el hallazgo.
La degeneración macular es una de las principales causas de ceguera en las personas mayores de sesenta años. Un estudio trasatlántico puede haber encontrado la causa de este mal.
Investigadores de la Universidad de Southampton (Reino Unido) y la Universidad de Iowa (Estados Unidos) sospechan que el gen "Serping1" es responsable de la degeneración macular asociada a la edad (Dmae).
Se espera que este descubrimiento, publicado en la revista The Lancet, ayude a los científicos a encontrar mejores tratamientos y a mejorar la examinación de los pacientes.
Esta enfermedad afecta al área posterior del ojo, zona que permite a la gente ver objetos con gran nitidez.
Los investigadores afirman que el 33 por ciento de la población mayor de 75 años sufrirá tarde o temprano Dmae.
Datos anteriores han indicado que casi el 66 por ciento de los octogenarios sufre del mal que provoca la ceguera en más del 10 por ciento.
![]() |
| El 33 por ciento de la población mayor de 75 años sufrirá degeneración macular. |
El estudio
Los investigadores descubrieron el gen "Serping1" en el 25 por ciento de los participantes del estudio.
En trabajos anteriores se habían identificado otros genes o loci genéticos (lugares concretos en cromosomas que contienen genes funcionales) que influyen en la probabilidad de que una persona sufra Dmae.
Esta nueva investigación mostró que una variante del gen "Serping1" induce la producción de proteínas para "el sistema del complemento" del ojo, en concreto de la retina y de la membrana coroidal, las dos zonas afectadas por enfermedad.
Las proteínas ayudan a regular una parte del sistema inmunológico innato del organismo que los expertos dan en llamar el "sistema del complemento".
La investigación develó que el gen "Serping1" hace que el sistema del complemento funcione en exceso, lo que provoca una disfunción que a su vez ataca la retina y la membrana coroidal.
El profesor Andrew Lotery, de la Universidad de Southampton y coautor del estudio, afirmó que este trabajo "significa que podremos hacer un diagnóstico en una fase menos avanzada de la enfermedad y que podremos prescribir tratamientos más precisos; quizá podamos incluso administrar tan sólo terapias farmacológicas antes de llegar a fases avanzadas de la enfermedad".
