Rafael Nadal sobrevivió a una heroica batalla ante Verdasco y se metió en la final de Australia
En un partido memorable, el número uno del mundo debió luchar por más de cinco horas para vencer a su compatriota.
El partido se convirtió en el más largo en la historia del certamen oceánico.
Ahora, el mallorquín chocará en el duelo definitorio con el suizo Roger Federer.
En un partido dramático e histórico, el tenista español Rafael Nadal, número uno del planeta, alcanzó por primera vez en su carrera la final del Abierto de Australia tras vencer por parciales de 6-7(4), 6-4, 7-6(2), 6-7 (1) y 6-4 a su compatriota Fernando Verdasco (15ª) en un partido que se prolongó por cinco horas y 14 minutos de partido.
El zurdo de Mallorca se encontró con un jugador madrileño que le puso tenaz resistencia y que sólo la falta de precisión en los juegos finales le impidió dar la sorpresa y evitar que los dos mejores jugadores del mundo se enfrentaran este domingo en el duelo decisivo del primer Grand Slam de la temporada.
En el mejor partido de la presente edición del certamen oceánico, los dos representantes españoles dieron un espectáculo de primer nivel en la pista Rod Laver Arena de Melbourne Park.
Pese a que Nadal era el favorito, tras la amplia superioridad presentada en los enfrentamientos previos (6-0 a favor del número uno del mundo), en el inicio del partido fue sorprendido por un oponente que llegaba inspirado a la cita tras vencer en las rondas previas a Andy Murray, uno de los candidatos a la corona, y Jo-Wilfried Tsonga, finalista el año pasado.
La reacción de Nadal
Tras perder el primer parcial, el nacido en Manacor salió dispuesto a remontar el marcador. Pese a que Verdasco se mantenía firme con su servicio y planteando un partido inteligente, algo que mantenía desconcertado a Nadal, éste logró un cambio de actitud promediando el segundo parcial y comenzó a sacar una gran cantidad de tiros ganadores.
Ya más renovado, tomó el control del partido ante un Verdasco que bajó su porcentaje de servicio y se comenzó a desesperar. El mejor jugador del mundo encontró en el décimo game la ocasión para quebrar y no la desaprovechó. Rompió el saque de su oponente y se llevó el saque por 6-4.
A partir del tercer set el ex novio de la serbia Ana Ivanovic comenzó a sentir el ritmo del partido y su juego se volvió impreciso. Su tenis pasó de ser certero a intermitente y eso le permitió a Nadal sacar ventajas.
De esta forma, el mejor jugador del circuito en el 2008 logró romper el saque de su oponente en el sexto turno de servicio. Sin embargo, el que será a partir del lunes el número nueve del orbe equiparó las acciones y forzó el tie break. En la muerte súbita Nadal fue mucho más certero ante un Verdasco que presentaba problemas de cansancio, llevándose el set con comodidad.
No le alcanzó a Verdasco
En el cuarto parcial, el madrileño tuvo que ser asistido por el fisioterapeuta del torneo y daba la impresión que Nadal le pasaba por encima. Sin embargo, tuvo una reacción letal en los últimos juegos. Volvió a ser agresivo y ajustó su saque, ese que en el primer set tanto descolocó a su oponente.
El match ganó en emoción ya que ambos tenistas se jugaron la vida con tiros impresionantes y jugadas asombrosas. La paridad se mantuvo y en la definición Verdasco apretó su puño ante un Nadal descolocado e impávido por la reacción de su compatriota.
La quinta manga fue dramática. Ambos jugadores mantuvieron su lucha incesante y mantuvieron sus respectivos servicios hasta el noveno juego. En el décimo, Verdasco sirvió de forma displicente y entregó el partido con una infantil doble falta.
Pese al impensado final del partido ambos jugadores se estrecharon en un fuerte abrazo bajo la lluvia de aplausos de los fanáticos que madrugaron en Melbourne a la espera del desenlace de este duelo que quedará grabado en sus respectivas retinas por mucho tiempo.
Ahora, y tras este extenuante compromiso, Rafael Nadal buscará recuperar sus energías para estar listo para otra batalla, ya que este domingo chocará por el título del torneo ante Roger Federer. Y el suizo promete pelea, tanto ó más que la ofrecida por Verdasco.