Rafael Nadal frustró el sueño de Roger Federer y entró en la historia al conquistar el título en Australia

En otro partido que quedará en la retina de los amantes del tenis por mucho tiempo, el español Rafael Nadal (1º del mundo) se consagró este domingo como campeón del Abierto de Australia tras vencer a su rival clásico, el suizo Roger Federer (2º) por parciales de 7-5, 3-6, 7-6 (3), 3-6 y 6-2. 

Durante las cuatro horas y 22 minutos de partido ambos jugadores se brindaron por completo por el espectáculo, pero fue finalmente el español quien terminó festejando su entrada en la historia, ya que se convirtió en el primer tenista español en adjudicarse el certamen oceánico. 

De paso, frustró el sueño del suizo de alcanzar los 14 títulos de Grand Slam que tiene Pete Sampras. 

Este triunfo, además. significó la tercera victoria consecutiva de Nadal sobre Federer en finales de Grand Slam. El español también se impuso sobre Federer en el Abierto de Francia y en la final de Wimbledon, ambas el año pasado.

El nacido en Mallorca comenzó a batallar por su sexto de Grand Slam desde el primer juego, ya que consiguió romper el servicio del suizo en el primer juego. Federer despertó y comenzó a aguantando el ritmo de su oponente para definir sus tiros con el drive, dándole un cambio de ritmo a los puntos.  

Tras pérdidas de servicios y recuperaciones de saque en dos oportunidades, Nadal fue el que ajustó mejor su juego y terminó llevándose el parcial por 7-5 en largos 57 minutos.  

La segunda manga mostró a un Federer mucho más renovado, más claro en sus conceptos. Pese a que el hispano le quebró el servicio en el quinto game, logró recuperarlo rápidamente y comenzó a mostrar mayor contundencia.

  

Nadal súmó su primera corona en Melbourne Park.

Su drive comenzó a ser mucho más punzante, más certero. De esta forma, logró aprovechar las oportunidades que se le presentó en el octavo turno de servicio para posteriormente sellar el parcial a su favor por 6-3.  

El tercer capítulo fue el más parejo de todos. Equiparados hasta el octavo, en el noveno turno se produjo un hecho que pudo cambiar la historia del partido, ya que Nadal llegó a estar 0-40, remontó y ganó el juego. 

La poca efectividad de Federer al concretar sus opciones de rompimiento (6 de 19 en todo el partido) fueron evidentes y lo terminó pagando demasiado caro ya que perdió el tie break por 7-3.  

El cuarto set también fue muy estrecho.  Nadal sintió el cansancio del partido y de la maratónica semifinal ante Fernando Verdasco y eso le permitió al número dos del planeta pasarle por encima y forzar el quinto set.  

En la manga definitiva y cuando se pensaba que Federer llegaba mejor tanto en lo físico como en lo anímico, no logró sostener su servicio en el cuarto juego y se desmoronó, ya que a partir de ese momento realizó un juego displicente, ante un Nadal que volvía al partido para cerrar a su favor el partido y entrar en la historia.