Campo militar en San Bernardo recibió el nombre de Carlos Prats
Oscar Izurieta homenajeó al asesinado comandante en jefe del Ejército.
La Presidenta Bachelet encabezó la ceremonia.
En una ceremonia encabezada por la Presidenta Michelle Bachelet, el Ejército realizó un reconocimiento al asesinado comandante en jefe de la institución Carlos Prats, bautizando con su nombre un campo militar de San Bernardo.
"Vengo a cumplir con un compromiso con la verdad, tal como ella se nos devela luego del reparador bálsamo del tiempo", comentó el general Oscar Izurieta.
"Esta ceremonia se enmarca dentro de la voluntad de cicatrizar toda herida interna propia nuestra, otorgándole la dignidad que le corresponde a un comandante en jefe, culminamos aquí una compleja misión que emprendieran mis dos antecesores", concluyó el jefe militar.
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| Bachelet recordó el crimen cometido en Buenos Aires. |
La Mandataria recordó la muerte del uniformado, al tiempo que llamó a sacar lecciones del crimen del general y su esposa Sofía Cuthbert.
"Como muy bien sabemos, Prats fue víctima del odio, junto a su esposa, en 1974 en una calle de Buenos Aires. Quienes cometieron ese horrible crimen cegaron la vida de quienes siempre respetaron la Constitución y las leyes", lamentó la jefa de Estado.
"Se trata de un capítulo muy penoso en nuestra historia, pero no podemos ni debemos olvidar, porque de ellos depende precisamente que no tropecemos con las mismas piedras y que no se repitan crímenes tan horrendos como el suyo", apuntó.
Durante la ceremonia, a la que asistió toda la familia Prats, Izurieta manifestó su esperanzada de que los autores de este acto que calificó de "oprobioso" encuentren algún día la paz de sus espíritus.
El 28 de septiembre de 1974, el estadounidense Michael Townley, agente de la DINA, se introdujo al garaje del general y colocó un explosivo bajo la caja de velocidades del automóvil, un Fiat modelo 125.
El día 30, a las 00:50 horas, al regresar Prats y su mujer a la casa, Townley detonó el explosivo por medio de control remoto, provocándoles la muerte instantánea.
