Murió el hombre más viejo del mundo, ex combatiente de la I Guerra Mundial
Henry Allingham falleció este sábado a los 113 años de edad.
Atribuía su longevidad al tabaco, el whisky y las mujeres.
Allingham, el último sobreviviente de la batalla de Jutlandia (en las costas danesas) en la I Guerra Mundial, tenía cinco nietos, 12 bisnietos, 14 tataranietos y un chozno (nieto en cuarta generación, hijo de un tataranieto).
En septiembre de 1915 se unió a la Royal Navy antes de pasar a la Real Fuerza Aérea (RAF) en abril de 1918.
En noviembre del año pasado tomó parte de las ceremonias para recordar el nonagésimo aniversario del fin de la Gran Guerra y llegó a decir que no podía olvidar el conflicto aún haciendo un esfuerzo.
"Vi muchas cosas que gustaría olvidar pero nunca las olvidaré, no puedo hacerlo", dijo entonces a los medios británicos.
Estaba en posesión de varias condecoraciones, la Medalla Británica de la Guerra, la Medalla de la Victoria y la Legión de Honor, el reconocimiento militar más alto concedido en Francia.
En la II Guerra Mundial, Allingham ayudó a desactivar minas alemanas que habían sido utilizadas para bloquear el puerto de Harwich (sureste de Inglaterra).
El fundador de la Asociación de Ex Combatientes de la I Guerra Mundial, Dennis Goodwin, dijo que Allingham era un "auténtico caballero", un hombre que "ha dejado un legado al país", como "los recuerdos sobre cómo era haber participado en la I Guerra Mundial".