Pink confesó que se iba de la casa y dormía en la calle
La cantante contó que a los 15 años la echaron definitivamente.
Aclaró que ahora tiene una estupenda relación con madre, pero no viven juntas.
La cantante Pink confesó haber sido una adolescente díscola y desobediente, a la que su madre acabó echando de casa ante la imposibilidad de controlarla.
"Antes me escapaba con frecuencia de casa. Siempre que algo me molestaba, me marchaba. A veces un par de días, a veces dos semanas. Y entonces dormía en la calle", declaró Pink en una entrevista adelantada este miércoles por la revista alemana InTouch.
La estadounidense añadió que a los 15 años su madre le echó definitivamente de casa, aunque "ahora nos entendemos estupendamente", si bien "no estamos hechas para vivir juntas", según explicó.
La cantante señaló que, entre tanto, es una experta tatuadora y que durante una gira tatuó personalmente a todos los miembros de su banda.
"También mi mejor amiga tiene un tatuaje mío. Primero le marqué un beso en el abdomen con mis labios pintados de carmín y luego le tatué el dibujo", destaca Pink, cuyo verdadero nombre es Alecia Beth Moore.
Igualmente confesó que su gran vicio son los cigarros y que "no puedo dejar de fumar. Echo humo desde que tenía nueve años. Es asqueroso. Odio los cigarrillos, pero soy una absoluta fumadora. He tratado tantas veces de dejarlo, que ahora debería dejar de intentarlo".
Finalmente reconoció que tiene una tendencia fácil a la carcajada y que sobre el escenario no todo sale a la perfección, ya que "con frecuencia me olvido de los textos o como se toca la guitarra y entonces me parto de risa".
"Hace un par de días le pisé sin querer a mi compañero de baile en la cara. Fue terrible, pero no podía dejar de reírme", señaló la cantante.