Américo no pidió nada y se lo llevó todo

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Autor: Cooperativa.cl

El artista nacional mostró un show contundente y de calidad.

Al contrario, Tito El Bambino tuvo que pedir explícitamente premios.

ImagenLa cuarta noche del Festival de Viña 2010 tuvo una clara estrella, Américo, porque el cantante se preparó, montó una presentación pulcra, cuidada, recibió el cariño del público y además tuvo como compañero de jornada a Tito El Bambino, puertorriqueño que con su extraña presentación engrandeció más al nacional.

Ya desde el primer acorde de "Te vas", el ariqueño conquistó al público, enfervorizado y dispuesto a bailar y corear sus pegajosas canciones, quizás viendo en Américo el ejemplo del triunfo de un par.

"Tendría que llorar por ti", "Solo" o "Hasta ayer" pasaron sólo para confirmar lo obvio, la noche era de Américo, aunque éste no se durmió en los laureles de ser un súper ventas, porque siempre centrado en sus palabras, se encargó siempre de recordar que su éxito no es personal, también es de quienes lo acompañan.

Dos antorchas y una Gaviota de Plata, tras "El embrujo" y "Que levante la mano", merecidas, consagratorias y además seguidas por una segunda gaviota, el "último recurso" que encontraron los animadores para calmar a la gente y permitir un bis con el mismo tema que abrió la noche:"Te as".

Noche redonda para el joven nortino que ahora piensa en el extranjero, en llegar a otros países como artista consolidado, tal como se supone venía Tito El Bambino, quien sin embargo mostró un deficiente comportamiento artístico.

Aunque fue más que Don Omar -el otro reggaetonero de Viña 2010-, el supuestamente "patrón" del género no sólo llegó pidiendo explícitamente premios, sino que además aletargó su show con excesivos discursos, una inentendible prédica cristiana y la repetición de canciones, digna de un principiante.

Todos bailaron, pero el público cautivo, ese que agotó entradas hace semanas, también dejó ver su molestia en ocasiones, había ido a bailar, no a alimentar gratuitamente y con reverencias el ego de un boricua.

En el corolario, aunque hayan sonado "Baila morena", "Felina", "Déjala caer" o "Mi cama huele a ti", el reggaetón quedó en deuda, quizás hasta que Daddy Yankee concrete su regreso a Viña.