Conflicto palestino-israelí y cristianos en Oriente Medio marcaron viaje papal a Chipre
Benedicto XVI pronunció su preocupación en todos los discursos realizados en la isla.
Hizo un llamado a la comunidad internacional para resolver las disputas.
El conflicto palestino-israelí, la situación de los cristianos en Oriente Medio y la potenciación del diálogo con los ortodoxos y con el islam marcaron el viaje de Benedicto XVI a Chipre, la primera vez que un Papa en dos mil años pisa la isla mediterránea donde comenzó a evangelizar San Pablo.
La preocupación por la situación en Oriente Medio la expresó en todos los discursos que pronunció en sus tres días de visita y hasta en el de despedida, en el aeropuerto de Larnaka, donde dijo que el Mediterráneo oriental "no es ajeno a los conflictos con derramamiento de sangre, como hemos visto trágicamente estos últimos días".
El Papa se refería al ataque de Israel a la flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza y que se cobró nueve muertos.
Ya en el avión que le trasladaba de Roma a Chipre, el Pontífice hizo un llamado a las partes "para que no pierdan la paciencia" y no destierren el diálogo, pues "la violencia no es la solución".
Este domingo volvió a pedir ante el presidente chipriota, Demetris Cristofias, "redoblar los esfuerzo para construir una paz real y duradera para todos los pueblos de la región".
Antes, en la misa que ofició ante unas seis mil personas, hizo un nuevo llamado a la comunidad internacional para que intervenga de "manera urgente y concertada" para resolver la situación en Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, antes de que dichos conflictos lleven a "un mayor derramamiento de sangre".