Sudáfrica 2010 tuvo una breve y colorida ceremonia de inauguración
El Soccer City de Johannesburgo fue escenario de la fiesta.
El estadio llegó a su capacidad máxima: 92.000 personas.
Aunque nadie diría que toda gran historia requiere de un buen prólogo, no hay duda de que ayuda, y eso fue lo que trató de ofrecer la organización a minutos del pitazo inicial del Mundial Sudáfrica 2010, con un espectáculo colorido y multitudinario en el Soccer City de Johannesburgo.
El estadio fue sobrevolado por tres cazas del Ejército y cinco aviones acrobáticos.
A una lona gigante que cubría todo el rectángulo de juego accedieron entonces docenas de figurantes vestidos con trajes tradicionales, un escarabajo pelotero gigante y el mapa del continente negro, elaborado con telas típicas y sobre el que fueron apareciendo huellas humanas que se encaminaron hacia el norte, como así hizo el ser humano al inicio de los tiempos.
Cientos de personas tomaron parte en una ceremonia recibida con agrado por parte del público, que fue afluyendo lentamente al estadio hasta casi llenar las gradas.
Se trató de una fiesta llena de júbilo, pero también marcada por el nerviosismo de los 92.000 espectadores que repletaron el recinto, ante el duelo inaugural, que enfrenta a la selección de Sudáfrica con México.