Julia Gillard asumió como primera ministra de Australia
Se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo.
"Hubo un desacuerdo en la dirección de nuestro gobierno", señaló sobre la renuncia de su antecesor.
La nueva líder de Australia y del Partido Laborista, Julia Gillard, señaló este jueves que la decisión de pedir la renuncia al cargo de primer ministro a Kevin Rudd obedeció a que "el gobierno estaba perdiendo el rumbo".
Gillard subrayó en conferencia de prensa, que durante el tiempo que ocupó el cargo de viceprimera ministra fue leal y respetuosa con el primer ministro saliente.
"Hubo un desacuerdo en la dirección de nuestro gobierno", dijo, aunque destacó el aporte hecho por Rudd a Australia durante sus dos años y medio de mandato.
Gillard recordó que Rudd pidió perdón a los aborígenes por los abusos sufridos en el pasado, ordenó retirar las tropas de Irak, reforzó el compromiso en Afganistán y lideró al país en medio de la crisis financiera.
También elogió a Rudd por llevar a cabo una reforma en el sistema sanitario e intentar forjar un acuerdo internacional en la lucha contra el cambio climático.
La nueva líder laborista escogió como vice primer ministro al Secretario del Tesoro, Wayne Swan, de quien dijo, "nos guió a través de la crisis económica y ahora nos guía hacia el superávit".
Antes de ser investida primera ministra de Australia, Gillard dijo que pedirá a la gobernadora general, Quentin Bryce, que convoque elecciones en los próximos meses.
"Mientras tanto, pido a los australianos su consideración y su apoyo para poder dirigir un gobierno bueno y estable centrado en las necesidades de los australianos", señaló.
En caso de ganar las próximas elecciones, dijo Gillard, buscará la aprobación de la controvertida legislación sobre comercio de gases causantes del efecto invernadero y la introducción del impuesto sobre minas, dos de los principales asuntos que mermaron la popularidad de Rudd, y al final, costado el puesto.