Dalai Lama advirtió a Pekín de las consecuencias de no dialogar sobre el Tíbet
Líder tibetano aseguró que "el problema existe y es bien conocido en el mundo".
Aseguró que "tarde o temprano podré regresar al Tíbet y con pasaporte chino".
El Dalai Lama aseguró en Budapest que abrir un diálogo sobre el futuro del Tíbet sería del interés de China y advirtió al Gobierno de Pekín que podría "perder la confianza del mundo" si no relaja su postura.
El líder tibetano en el exilio explicó a la prensa en el Parlamento húngaro que "pese a la dura política tibetana de China" él sigue "estando abierto al diálogo". Así, solicitó a Pekín "cierta liberalización política".
"Lo admitan o no los políticos de China, el problema de Tíbet existe y es bien conocido en el mundo" subrayó el Premio Nobel de la Paz de 1989.
Además agradeció el apoyo que recibe en el extranjero la causa tibetana y se mostró optimista sobre el futuro de la región. "Estoy seguro de que tarde o temprano podré regresar al Tíbet y con pasaporte chino", llegó a decir.
Respecto a la crisis económica, el líder budista de 75 años opinó que "hasta podría tener consecuencias positivas", ya que cuando "todo va bien las cosas se convierten en evidencia, mientras que ahora nos preguntamos qué es lo que pasa".
Durante su estadía de tres días a Hungría, el Dalai Lama expresó sus enseñanzas ante más de 20.000 personas en el estadio "Papp Ferenc" de Budapest, donde llamó a superar las diferencias religiosas para lograr el respeto mutuo entre los credos.
Su paso por el país concluirá con una visita a la Universidad Centroeuropea, fundada por el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, y con un discurso en el Parlamento, antes de partir hacia la ciudad alemana de Passau.
El Dalai Lama huyó del Tíbet en 1959, tras el fracaso de una rebelión contra la ocupación china, y desde entonces lidera el gobierno tibetano en el exilio desde Dharamsala, un enclave a los pies del Himalaya, en el norte de la India.