Conozca la aplicación que no lo dejará conducir si está ebrio
Sistema "alcolock" toma una alcoholemia al chofer cuando se sube al automóvil.
De encontrarse niveles altos de alcohol en su sangre, el vehículo no partirá.
Una de las aplicaciones tecnológicas más prometedoras para reducir la presencia de automovilistas ebrios en las calles es el inmovilizador del sistema de encendido de un vehículo ante la presencia de alcohol en el conductor, mejor conocido como alcolock.
Eso es lo que sostiene Antonio Avenoso, Director del Consejo Europeo para la Seguridad en el Transporte (ETSC por sus siglas en inglés) y agrega que "si logramos evitar que las personas conduzcan en estado de ebriedad reduciremos considerablemente el número de fatalidades y los alcolocks podrían ser parte de la solución".
El mecanismo electrónico es muy similar a los instrumentos utilizados por la policía para saber, a través de un soplido, los niveles de alcohol en la sangre y así determinar si la persona está en condiciones de conducir.
Pero con la gran diferencia de que el aparato va conectado directamente al sistema de encendido, con lo cual evita que el vehículo arranque si la persona supera los niveles máximos de intoxicación.
Cómo funciona
Lennart Pilskog, encargado del desarrollo de esta tecnología para Volvo, le explicó a BBC Mundo el funcionamiento del mecanismo: se enciende y se espera unos segundos hasta emitir la señal de "listo", luego se introduce una especie de pipeta de plástico desechable por la que se soplará durante unos cinco segundos, inmediatamente después aparecerá en la pantalla del dispositivo si puede encenderse el motor o no.
De recibir una segunda respuesta negativa, el sistema de encendido quedará bloqueado por un periodo que dependerá del nivel de concentración de alcohol registrado en la sangre.
A pesar de que esta tecnología se conoce desde hace dos décadas, a finales de 2009 sólo cinco países de la Unión Europea tenían en curso programas piloto.
"Ya no veo objeciones tecnológicas para su aplicación, pero sí hay inconvenientes en los que hay que trabajar para su expansión en Europa", le explicó a BBC Mundo, Maria Cristina Marolda, responsable de la política sobre seguridad vial en la Dirección General de Transporte y Energía de la Comisión Europea.
El primer obstáculo tiene que ver con su elevado costo, ya que el equipo y su instalación tiene un precio de entre 700 y 1.500 euros (470.000 y 970.000 mil pesos) y requiere ser calibrado una vez por año, lo que implica un gasto adicional de 100 euros (66.000 pesos).