Obispos denunciaron que situación en Territorios Palestinos es "insostenible"
Los comentarios se realizaron durante el primer Sínodo de Obispos para Medio Oriente.
El Patriarca de los Coptos, Antonio Naguib, sostuvo que la consolidación del Islam político "constituye una amenaza para todos".
Los obispos de Medio Oriente denunciaron en el Sínodo que se celebra en el Vaticano hasta el 24 de octubre, que la situación en los Territorios Palestinos es "insostenible", que el Islam político "desea imponer un modo de vida islámico a todos los ciudadanos, a veces con la violencia" y exigieron libertad de culto.
La denuncia fue hecha por el Patriarca de Alejandría de los Coptos, Antonio Naguib, relator general del primer Sínodo de Obispos para Medio Oriente, durante la presentación del informe en el que se basarán las discusiones de la asamblea sinodal.
Naguib manifestó que este Sínodo, al que asisten 185 obispos, tiene como objetivo "reforzar y confirmar a los cristianos" en una zona donde apenas son el 1,6 por ciento de la población y viven entre la mayoría musulmana y judíos.
El patriarca copto estableció que la vida es "muy difícil, a veces insostenible" en los Territorios Palestinos, y que la posición de los cristianos árabes es muy delicada.
"Condenamos la violencia provenga de cualquier sitio y reclamamos una solución justa y duradera del conflicto israelí-palestino, expresamos nuestra solidaridad para con el pueblo palestino, cuya situación actual favorece el fundamentalismo", afirmó Naguib.
Sobre el Islam, destacó que a partir de 1970 se observa en la región la expansión del Islám político, "que abarca distintas corriente religiosas y ello afecta a la situación de los cristianos, sobre todo en el mundo árabe, ya que desea imponer un modo de vida islámico a todos los ciudadanos, a veces con la violencia".
"Constituye una amenaza para todos y juntos debemos afrontar esas corrientes extremistas", dijo el religioso copto, una minoría en el Egipto de mayoría musulmana. Asimismo destacó que el Islam no es uniforme y que las dificultades de las relaciones surgen del hecho de que los musulmanes "no distinguen entre religión y política".
"Los cristianos se sienten ciudadanos de segunda y necesitamos un reconocimiento que pase de la tolerancia a la justicia y la igualdad, basado en la ciudadanía, la libertad religiosa y los derechos humanos", afirmó.
Finalmente, manifestó que corresponde a los responsables políticos consolidar la paz, la democracia y el desarrollo para promover un clima de estabilidad y confianza.