Subdirector del FMI negó que haya una guerra de divisas
John Lipsky dijo que estas medidas están orientadas a la situación doméstica.
Para evitar este escenario se necesita el reequilibrio de las fuentes de crecimiento, dijo.
El primer subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), John Lipsky, negó que se esté produciendo una guerra de divisas, a pesar de los muy bajos tipos de interés en las economías más avanzadas del planeta, pues son medidas "orientadas a la situación doméstica", dijo.
Lipsky compareció ante la prensa junto a Yi Gang, vicepresidente del Banco Popular de China (central), al término de la reunión coorganizada por ambas instituciones en Shanghai sobre "políticas macro-prudenciales, una perspectiva asiática", con presencia de gobernadores de bancos centrales de algunos países.
El encuentro estuvo presidido por el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn y por el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, pero no comparecieron ante los medios y fueron sus subordinados directos los que explicaron las conclusiones del día.
"Virtualmente todas las economías avanzadas están cayendo a tipos de casi un cero por ciento", dijo Lipsky, pero aseguró que "el impacto de esta política en estas economías, en el contexto de un bajo crecimiento y una muy baja inflación, todavía es incierto".
"Claramente", dijo, "estas políticas están orientadas a la situación doméstica (interna), no a implicaciones internacionales".
El subdirector del FMI recordó que "la política monetaria y fiscal en las economías avanzadas, y las políticas presupuestarias y estructurales en las dinámicas economías emergentes" deben ser discutidas "de manera exhaustiva y coherente, en lugar de enfocarnos en sólo un aspecto".
Para evitar una guerra de divisas, dijo que es necesario "el reequilibrio de las fuentes de crecimiento, lejos de la política presupuestaria y de estímulos presupuestarios", sino fomentando la iniciativa privada.
De esta manera, las economías emergentes, con un "surplus" económico "consistente", deben concentrarse en "desarrollar la demanda doméstica", mientras las "económicas con un déficit persistente" deben tratar de "mejorar su red de exportaciones a través de las políticas nacionales apropiadas".
"Esta es la manera adecuada de ver este asunto, y la manera de asegurarnos de que no habrá una guerra de divisas, sino un acercamiento (a estas cuestiones) exhaustivo y coherente", concluyó.