Un repleto Teatro Caupolicán se rindió a los pies de Américo
El cantante presentó 18 temas en una hora y media de concierto.
Durante el show recibió discos de platino y diamante por las exitosas ventas de su último álbum.
De precisión y humildad habló el show que Américo ofreció este viernes en la capital. Sin hacer esperar más de la cuenta a sus fanáticos, el cantante nacional apareció puntualmente a las 21:00 horas en el escenario. Al son del primer acorde, el público estalló en gritos y aplausos.
Fueron más de 6 mil personas las que desde el lunes agotaron las localidades del Teatro Caupolicán para presenciar en vivo los ritmos tropicales que despuntaron con la interpretación del tema "A prueba de balas".
Tal como es habitual en sus presentaciones en vivo, Américo dejó ver con su carismático desplante, acompañado de 11 músicos de cara a un show que se completó con 18 canciones.
"Adiós amor", una desgarradora interpretación de "Traicionera" y temas de su último disco como "Mentiras... puras mentiras" provocaron el goce de los asistentes, quienes no tuvieron inconvenientes en cantar y bailar cada una de las melodías.
La noche también tuvo espacio para los homenajes. El exitoso intérprete se dio el tiempo de recordar a Lucho Barrios, con un medley que incluyó "Rondando tu esquina", "Mi niña bonita" y "La joya del Pacífico", así como también a Los Angeles Negros con el clásico "Murió la flor".
"Son de ellos, pero esta noche las canto yo", sentenció Américo vestido de pulcro negro y recibiendo una ovación de la audiencia.
Platino y diamante para cerrarPasada la hora de presentación -con cambio de vestuario incluido- se dejó escuchar por primera vez la icónica frase "A morir", que selló la interpretación de "Entre el odio y el amor", para posteriormente dar paso a "Te vas".
Cuando ya cerraba la fiesta con "Que levante la mano", el sonido fue interrumpido de manera súbita para que el cantante recibiera de parte de su sello discográfico un disco de platino y además uno de diamante, tras vender más de 100 mil copias de su placa "Yo soy Américo".
El coro "Que levante la mano/Quien no lloró un adiós" fue la despedida de una jornada que se cerró calculadamente al cumplir una hora y media de bailes y cantos ante un público que se retiró satisfecho del Caupolicán.