Chico Trujillo hizo bailar por cinco horas en su "Caupolicanazo"

La banda nacional Chico Trujillo cerró el 2010 con una maratónica jornada llena de baile, cumbia y su pachanga "chilombiana", ante un Teatro Caupolicán repleto.

El espectáculo comenzó a las 22:00 horas con la sorpresiva aparición de los músicos de la Banda Conmoción en la platea. Los ritmos de su clásica presentación y de temas como "Pregonero", elevaron el calor de una noche que, para satisfacción del público, tuvo para largo rato.

Tras los aplausos y sin dar respiro a los asistentes, saltó al escenario la agrupación Chorizo Salvaje con el tema que les da su nombre y la energía de "El guata", uno de sus vocalistas, para levantar los ánimos.

Los nueve músicos sobre el escenario dieron rienda suelta a canciones como "Yolanda", "Los paraguas" y "Cumbia choriza", entre consignas para combatir el cierre del Galpón Victor Jara y asegurando que los presentes están lejos de ser representados por quienes dirigen el país.

Chico Trujillo tuvo su primer round musical sobre el escenario a eso de la medianoche. "La pollera amarilla" encendió la llama de la cumbia "chilombiana" cuando el Caupolicán estalló en bailes y aplausos, mientras los anfitriones se fusionaban con los integrantes de la Banda Conmoción.

De ahí en adelante fueron 35 minutos de "vacilón" sin tregua. Uno tras otro fueron pasando los invitados que apoyaron el intenso espectáculo. Así las líricas de "La cosecha de mujeres" se vieron interpretadas por Don Rorro de Sinergia, y el sonido de "Varga-varga" tuvo a su servicio el sensual baile de "La Nata" de Chorizo Salvaje.

La primera parte del concierto de Chico Trujillo se selló con "Tus besos son" que a medio andar permitió la entrada de un cover del clásico de Renato Carosone, "Tu vuò fa' l'americano". La frase "Vino en caja y mucho ron" terminó dando el paso al siguiente número.

Recorrido histórico y premios

Casi a la una de la madrugada "De Coquimbo soy" irrumpió en escena. Fue la carta de presentación de Los Viking 5, con sus filas de pulcro negro y burdeo.

Los estandartes de la cumbia chilena hicieron literalmente un recorrido histórico por su discografía, con fecha de edición y una colección de anécdotas que recorrieron sus éxitos.

"El minero", tema obviamente dedicado a los "33 de Atacama", dio paso a otros como "La suegra", "Candombe para José"  y "La vaca blanca", en 40 minutos de presentación.

Luego Chico Trujillo hizo su retorno suavemente. En clave de balada acústica interpretaron "Sin excusas" junto al argentino-estadounidense Kevin Johansen, en un ambiente que pasó de la fiesta a la tocata íntima. El segmento también dio espacio para una desgarradora versión de "Regresa".

Posteriormente se hizo una breve pausa para entregarle doble disco de oro a la agrupación por sus placas "Cumbia chilombiana" y "Plato único bailable". El momento fue solemne hasta que hizo su entrada la "diva del mundo gay" Katiuska Molotov, quien se encargó de reintroducir  el evento a la pachanga.

Segunda cátedra

Fue una hora más de "El Macha" y compañía con  "Sombrero", "Calentones", "Así es que vivo yo" y "Gran pecador", canción en la que nuevamente se sumó la Banda Conmoción.

También se dejaron caer "Loca" y la energética "La escoba", junto a la invitación para el espectáculo que este domingo realizarán en La Victoria junto a Tommy Rey.

Los fanáticos ya se retiraban cuando un representante del pueblo mapuche también se dio cita en el Caupolicán, en lo que denominó el "vacilón consciente". Allí aprovechó de pedir que no se olvide "la lucha que están dando nuestros hermanos en el sur" e incitó a la audiencia a que "salgamos a las calles a gritar nuestra verdad", antes de llamar a Chico Trujillo una vez más al escenario para el cierre definitivo.

Dos temas nuevos que aún no han sido bautizados pusieron el broche de oro al "Caupolicanazo", que a las tres de la madrugada alcanzó las cinco horas de show.