El Baradei: Mubarak se ha ido, pero su régimen sigue vivo
El Nobel de la Paz criticó la decisión de enmendar parcialmente la Constitución egipcia.
"El ejército, como representante del pueblo, debe responder a sus demandas", señaló.
El premio Nobel de la paz Mohamed El Baradei manifestó hoy que aunque Hosni Mubarak dejó de ser presidente de Egipto el régimen "sigue vivo", a la vez que pidió una nueva Constitución en lugar de "poner parches" a la actual.
"Mubarak se ha ido, pero el régimen sigue vivo", dijo El Baradei en una serie de mensajes por Twitter refiriéndose a la renuncia de Mubarak como presidente de Egipto el pasado 11 de febrero.
"El Ejército, como representante del pueblo, debe responder a sus demandas", sostuvo El Baradei, que quedó al margen en los esfuerzos de la Junta Militar para dialogar con la oposición y con los grupos que organizaron las protestas.
El activista de la oposición expresó la necesidad de que se nombre un jefe de Gobierno "que represente la cara de la revolución y que obtenga la credibilidad y la confianza del pueblo".
El Gobierno actual está presidido por el general retirado Ahmed Shafiq, que fue nombrado para ese cargo por Mubarak dos semanas antes de que cediera el poder a los militares. También siguen en sus funciones los ministros del régimen anterior.
El premio Nobel de la paz en el 2005 y ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) calificó también como "un paso en la dirección equivocada" la decisión de la Junta Militar de enmendar parcialmente la Constitución, vigente desde 1971.
"El camino correcto es una Constitución provisional seguida del borrador de una nueva Carta Magna", agregó El Baradei.
Las autoridades ya crearon una comisión de expertos jurídicos, que incluye a representantes del grupo opositor Hermanos Musulmanes, para proponer las enmiendas constitucionales y sus propuestas serán llevadas a un referéndum popular.
El Baradei también dijo que el régimen de Mubarak "no ha cambiado teniendo en cuenta que los medios de comunicación que lo apoyaban siguen en su lugar, intentando desesperadamente cambiar de color y socavar la revolución".