MI5 interceptó teléfonos de periodistas y escritores en los años 50
El servicio secreto británico buscaba información sobre la red de espías de Cambridge.
Temían nexos con el contraespionaje para Moscú.
El servicio de inteligencia británico MI5 interceptó a mediados del pasado siglo los teléfonos de periodistas y escritores británicos de izquierdas para descubrir más sobre la red de espías de Cambridge, según documentos que habían permanecido hasta ahora secretos.
Los documentos, guardados en los Archivos Nacionales, incluyen transcripciones de conversaciones telefónicas hechas desde el piso del periodista y escritor Philip Toynbee, poco después de que su amigo Donald MacLean huyese a Moscú con Guy Burgess, otro miembro del famoso grupo de espías de esa universidad inglesa.
Los informes indican que el MI5 estaba especialmente interesado en Cyril Connally, director de la revista literaria Horizon, que vivía en el piso que tenía Toynbee en Londres.
El MI5 grabó conversaciones en las que salieron a relucir los nombres del poeta W.H. Auden, del poeta y novelista Stephen Spender, del pintor Lucian Freud y del filósofo Isaiah Berlin.
La agencia de espionaje buscaba descubrir qué sabían Connolly y sus amigos de los espías de Cambridge que habían huido a la Unión Soviética y traicionado así a su país.
Los seguimientos
El MI5 identificó al historiador del arte Anthony Blunt y al periodista y académico Goronwy Rees como amigos de Burgess en octubre de 1952, es decir doce años antes de que el primero confesase haber espiado a favor de los rusos.
"Estamos investigando activamente al círculo de Burgess, que incluía a Rees, Blunt y muchos otros", escribió entonces un funcionario del MI5 a la embajada británica en Washington.
Aunque Blunt, que dirigió el prestigioso instituto de arte Courtauld y estaba al cuidado de la colección de pinturas de la Reina de Inglaterra, confesó sus actividades de espionaje en 1964, el "establishment" británico se sintió tan avergonzado que las mantuvo ocultas hasta que en 1979 el citado Rees reveló lo ocurrido cuando estaba ya en su lecho de muerte.
Los documentos muestran también que el MI5 elaboró un amplio dossier sobre Jacob Bronowski, un matemático y científico muy popular gracias a la serie de TV de la BBC titulada "The ascent of man", y que resultaba sospechoso por sus opiniones de "anti-británicas y de extrema izquierda".
La policía informó entonces al MI5 de que Bronowski había tomado la palabra en una reunión de un club de lectores de izquierda para advertir del peligro del fascismo mientras que en otros informes policiales se le describía como el típico "agitador intelectual comunista".
Según los documentos hechos públicos ahora, la BBC comunicó al MI5 que había renunciado a emitir una serie de Bronowski sobre la bomba atómica.
La hija del científico, la profesora Lisa Jardine, de la Universidad de Londres, expresó al diario The Guardian su horror por estas nuevas revelaciones y dijo que eran como "los archivos de la Stasi", en alusión a los servicios secretos de la Alemania comunista.