Intelectuales coincidieron en que muerte de Sabato marcó el fin de una generación de escritores

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

El famoso autor de "El túnel" pereció el sábado a los 99 años de edad.

Su vida política estuvo marcada por su participación en la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas, tras la dictadura.

El ámbito intelectual argentino se volcó sobre la figura y la obra de Ernesto Sabato tras su muerte, ocurrida el sábado en Buenos Aires a sus 99 años, coincidiendo en que con ésta desaparece una generación de escritores que marcó profundamente la literatura de la segunda mitad del siglo XX.

El cuerpo del artista está siendo velado en Buenos Aires. (Foto: EFE)
"Toda muerte implica un cierre, tanto para la persona como para el momento que le tocó vivir. En alguna medida la muerte de Sabato es el cierre de un período importante de la literatura argentina", dijo el autor y crítico literario Noé Jitrik.

A su juicio, el autor de "El Túnel" y "Sobre Héroes y Tumbas", entre otras, perteneció "a ese pelotón encabezado por Jorge Luis Borges, pero en el que hubo otros escritores muy sólidos y dueños de un gran oficio".

El crítico destacó la "consistencia" de la obra de Sabato y "su carácter de ensayista" por encima de su "aspecto narrativo".

En tanto, su colega Mario "Pacho" O'Donnell lo recordó como un hombre "valiente", subrayando su actuación en 1984, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín, al frente de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), que elaboró un informe clave que relató los horrores de la última dictadura militar argentina (1976-1983).

"Sabato fue un hombre polémico: fue criticado por un amplio sector de la izquierda por ser presidente de la Juventud Comunista y en un momento renunció y comenzó a denunciar las atrocidades del stalinismo", recordó O'Donnell, que indicó que años más tarde "también fue muy criticado por un sector de la derecha, porque tuvo una actitud muy valiente cuando presidió la Conadep".

Para O'Donnell, así como Borges "describía el Buenos Aires mitológico y laberíntico, Sábato habló del Buenos Aires real".

Por su parte, el secretario argentino de Cultura, Jorge Coscia, dijo haber sentido "mucha pena" al enterarse de la muerte del literato, recordándolo como un "un gran escéptico de Argentina, y digo escéptico con mayúscula, porque el escepticismo es una manera de pensar".

"Un país como el nuestro ha dado lugar al escepticismo durante períodos muy amplios, con la particularidad de que Sabato, formando parte de un pensamiento establecido, fue el primero en levantar la vista y descubrir otra realidad", reflexionó.