Chinoy cerró evento "Yo no canto por cantar" luego de casi seis horas de duración
El cantante porteño ofreció un show en el que no se despegó de la guitarra eléctrica.
Temáticas sociales en voz de los artistas, caracterizaron la maratónica jornada.
Cuando el reloj marcaba las 00:40 Chinoy interpretó el último tema de la noche y puso fin a la cumbre "Yo no no canto por cantar", que se prolongó por espacio de casi seis horas.

Pese a la insistencia del público -que en su peak del día bordeó las 2.000 personas-, luego del tema "Que salgan los dragones", simplemente se dio por concluída una jornada en la que algunos fans se quedaron con las ganas de escuchar el hit "Klara", que no figuró en la carpeta de canciones que el artista porteño puso en escena, la que se caracterizó por un perfil cargado a la guitarra eléctrica de la que jamás se separó.
Un retraso inicial, que hizo que recién a las 18:40 horas Evelyn Cornejo, Juanjo Montecinos y Natalia Contesse dieran inicio al show, sumado a problemas técnicos en la penúltima presentación, dejaron a los espectadores sin la posibilidad de ver juntos y sobre un mismo escenario a 14 de los artistas del evento que se enmarca en los festejos del aniversario del programa Dulce Patria de Radio Cooperativa.
El trío logró enganchar rápidamente con los escasos asistentes que llegaron a la hora, y que impacientes esperaban el inicio del espectáculo en el cosecharon aplausos con temáticas como el urgente la preservación del medioambiente, en particular la zona de la Patagonia, y las desigualdades sociales que persisten en Chile.
Luego vino el turno de una Pascuala Ilabaca que comenzó cantando en mapudungún, en un nuevo ingrediente de la velada en la que solamente tocando el órgano logró cautivar con temas como una versión de "El arado", del siempre vigente Víctor Jara, pese al paso de los años y gobiernos de turno. Ya con su acordeón, entonó "Ay mamita, mamita".
Fernando Milagros, Javier Barría y PedroPiedra tomaron la posta, por separado, mientras seguía llegando más gente a un Teatro Caupolicán cuyo sector alto lucía repleto de gente a diferencia de lo que ocurría en la cancha.
La energía vital en aumento
Pasadas las 21:00 horas, Kaskivano -hermano de Chinoy- se convirtió en una grata sorpresa para los espectadores por lo directo de sus letras en el plano social, y por eso no extrañó que al final la jornada tuviera que sacarse fotos con muchas personas que por primera vez lo habían visto en vivo.
Patagonia sin Represas, justicia para Matías Catrileo fueron parte de los temas que abordó, antes que dirigentes universitarios tuvieran tribuna para abogar por una educación superior pública, no excluyente y sin fines de lucro.
Nano Stern ya desató el delirio total con sus versos a la naturaleza y sus ganas de poner fin a las injusticias sociales, y sus ganas de "celebrar" junto ala gente, que seguía atenta los pasos de su banda, donde a ratos lucía la suaviadad de un saxo, chelo y contrabajo y en otros pasajes primaba el empuje en la guitarra acústica del cantautor.
También lanzó duros dardos a "Fama contra fama", cantando a capellla frases del tipo "Yo prefiero el canto a toda esa vanidad", en medio de una fuerte ovación.
El penúltimo número fue Camila Moreno y banda, quien pese a fallas técnicas, y hasta uno que otro olvido en alguna letra, logró gran receptividad en los espectadores, que corearon temas como "Lo cierto", "Cae y calla", "Los tigres de mi sangre", entre otros, para terminar con un Caupolicán dirigido a merced por uno de sus músicos, cual director de orquesta, dando la orden precisa para aportar la cuota de interacción máxima a la velada que tuvo a Chinoy como punto y final.