Presidente iraní insistió en que el 11-S fue una conspiración a favor de EE.UU.
Aseguró que "la verdad" saldría a la luz si se abriera una investigación.
El objetivo es "crear división y quebrar la unidad entre naciones", enfatizó Mahmud Ahmadineyad.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, insistió en su teoría de que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York forman parte de una conspiración para proteger los intereses de Estados Unidos e Israel.
"Algunos creen que el motivo tras los ataques del 11-S fue garantizar la seguridad de Israel, fomentar la inseguridad en Medio Oriente, desviar la atención de la opinión pública de Estados Unidos por la caótica situación económica y llenar los bolsillos de los beligerantes e incivilizados capitalistas", expresó el mandatario.
"Dos años después del ataque que les dio la excusa para invadir dos países, matar, herir y desplazar a millones de personas, el Gobierno norteamericano, presionado por la opinión pública, ordenó que un grupo lo investigara, pero la verdad ha sido escondida a los estadounidenses y al resto del mundo", agregó.
En sintonía con este argumento, Ahmadineyad apuntó como razones del terrorismo internacional "los deseos desviados de dominación, la pobreza, la discriminación y la humillación de los seres humanos", y acusó a las grandes potencias de promoverlo.
El objetivo "es crear división, quebrar la unidad entre las naciones, impedir su progreso y dominar tanto sus recursos como sus destinos", añadió.