Brasil vio fracasar la licitación para el primer tren bala de América Latina
La iniciativa busca unir las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro.
La propuesta se vio abortada ante la falta de interesados.
La subasta para la construcción de un tren de alta velocidad en Brasil, que unirá las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro, fracasó al no presentar propuestas ninguna empresa interesada en el proyecto.
Las empresas o conso
rcios interesados en el primer tren de alta velocidad de América Latina, cuyo coste fue calculado en 33.100 millones de reales (unos 20.950 millones de dólares), debían entregar sus propuestas este lunes en la bolsa de Sao Paulo, pero ninguna entregó la documentación requerida, informó la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT).
La subasta había sido fijada inicialmente para el 16 de diciembre del año pasado pero, también por falta de interesados, se aplazó para el 29 de abril último y, por los mismos motivos, se postergó para el 29 de este mes. Sin embargo ante la falta de propuestas, el Gobierno se vio obligado a cambiar el modelo de licitación, que se hará en dos etapas en fechas no definidas.
Según el director general de la ANTT, Bernardo Figueiredo, en una primera fase se escogerá mediante licitación el modelo de tecnología para la operación y mantenimiento del sistema de alta velocidad, y en una segunda se elegirá al grupo encargado de ejecutar las obras de infraestructura.
El Gobierno espera que la primera licitación se ponga en marcha este mismo año y que la segunda etapa se haga en el 2012, según la ANTT, con lo cual las obras comenzarían en 2013.
"Tuvimos largas discusiones con los inversores, pero no conseguimos las alianzas con las constructoras nacionales, lo que perjudicó la licitación", dijo a periodistas Figueiredo, quien considera que el nuevo modelo estimulará una "disputa abierta y concurrencia internacional".
Hasta ahora, empresas de Corea del Sur, Francia, España, Japón y Alemania han mostrado interés en la obra del tren de alta velocidad que, según el proyecto del Gobierno, tendrá una extensión de 510 kilómetros y comunicará estaciones ubicadas en los aeropuertos internacionales de Río de Janeiro y Sao Paulo.