Obama llamó a republicanos a "tomar una decisión" sobre la deuda de EE.UU.

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Autor: Cooperativa.cl

El presidente convocó a una conferencia para explicar las negociaciones con la oposición.

Negociaciones buscan consenso para elevar el techo de la deuda.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, consideró que "es hora de tomar una decisión" sobre la crisis de deuda que vive el país e instó a los líderes republicanos en el Congreso a esforzarse para llegar a un acuerdo este fin de semana.

ImagenObama convocó a una conferencia de prensa el viernes a las 11:00 hora local y de Chile (15:00 GMT) para explicar las intensas negociaciones que ha mantenido toda esta semana con la oposición, informó la Casa Blanca.

Pese a que el presidente busca tener un principio de acuerdo en las próximas 24 a 36 horas, republicanos y demócratas no se reunirán el viernes en la Casa Blanca, como sí lo han hecho toda esta semana, según señalaron fuentes del partido demócrata a la cadena CBS.

En su lugar, el presidente instó a los congresistas a seguir trabajando desde el Congreso, al considerar que ya tienen toda la información "detallada" que necesitan para esbozar las bases de un acuerdo.

"Ha llegado la hora de tomar una decisión", dijo el presidente, según las mismas fuentes.

Las frenéticas negociaciones buscan un consenso entre los partidos para elevar el techo de la deuda antes de que llegue el 2 de agosto, fecha en que caduca el anterior límite de 14,29 billones de dólares y en la que, por tanto, Estados Unidos entrará en suspensión de pagos por primera vez en su historia.

Obama, cuya propuesta inicial estaba ligada a una ambiciosa reducción del déficit valorada en unos 4 billones de dólares en los próximos 10 años, sigue abogando por el "acuerdo más amplio posible", pero se muestra ahora más dispuesto que antes a aceptar un plan más modesto, con un recorte de unos 2 billones de dólares.

Pero la propuesta de Obama, que incluye concesiones demócratas como los recortes a la Seguridad Social, sigue contemplando subidas de impuestos a los más adinerados, algo que los republicanos aseguran que no aceptarán.